Gremios empresariales se reunirán mensualmente:

El objetivo será intercambiar información técnica y profesional para contribuir al desarrollo de políticas públicas.

Por M. Penaforte y C. Luengo.

Hasta las oficinas de la Confederación Nacional de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Conapyme) llegó ayer martes el presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Andrés Santa Cruz, para sostener un encuentro que fue encabezado por el líder de la multigremial, Rafael Cumsille.

En la instancia, los dirigentes acordaron que trabajarán juntos de manera permanente y sostendrán como mínimo un encuentro mensual, en reuniones que pueden ser tanto en la sede de la Conapyme como en la casona de la CPC. «El sector privado es uno solo», afirmó Cumsille.

El objetivo es intercambiar información técnica y profesional que les permita continuar realizando aportes para que se implementen las mejores políticas públicas en el país», explicó Andrés Santa Cruz.

Respecto al tema laboral, criticaron el proyecto que tramita actualmente el Gobierno.

Santa Cruz afirmó que la reforma laboral no está apuntando a crear más y mejores empleos y remuneraciones, y tampoco a mejorar la productividad de las empresas.

Por su parte, Cumsille afirmó que no ve en el proyecto beneficios para los trabajadores: «No sé si se beneficia a los trabajadores presionándolos para que paguen cuota a un sindicato».

Ayer, antes de que partiera la tramitación de la iniciativa en el Congreso, la ministra del Trabajo, Javiera Blanco, se reunió con economistas cercanos al oficialismo para revisar las líneas principales del articulado. Al encuentro asistieron Andrés Solimano, Jaime Ensignia, Eugenio Rivera, Cristóbal Huneeus, Ricardo Solari y Manuel Riesco.

«El Estado no se puede restar en términos de fortalecer y crear las condiciones para que ese diálogo tenga lugar y que además se dé en igualdad de condiciones», señaló Rivera a la salida del encuentro, en relación con el fortalecimiento de la Dirección del Trabajo.

ENCUENTRO
Ayer la ministra Blanco recibió a economistas cercanos al oficialismo para explicarles el proyecto. Andrés Solimano: «A nivel de beneficios, no es bueno que haya trabajadores de primera y segunda categoría»
El economista Andrés Solimano, ex director de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) y quien fue parte del equipo económico del ex candidato presidencial Marco Enríquez-Ominami, valora la reforma laboral del Gobierno. Sin embargo, cree que se podría haber avanzado aún más dentro de la normativa, como en la negociación ramal, petición que es compartida por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT). Para Solimano, la extensión de beneficios tiene que ser para todos los trabajadores, no solamente para los sindicalizados. En el proyecto del Gobierno, los beneficios serían solo para los trabajadores afiliados a sindicatos, pudiendo extenderse únicamente con el acuerdo del mismo sindicato.

– ¿Cómo evalúa el proyecto de ley que ingresó el Gobierno?

«Es importante reconocer la necesidad de hacer una reforma de las condiciones laborales en la sociedad chilena. El código laboral vigente básicamente es el que se aprobó en 1979, en un contexto político y económico muy diferente. Era necesario transformarlo, reformarlo, ponerlo al día de un país que está en la OCDE, con un nivel de ingreso per cápita. También, si se quiere mejorar la distribución del ingreso, no se pueden hacer cambios solo a nivel tributario».

– ¿El proyecto del Gobierno logra ese objetivo?

«El articulado es un primer paso en esa dirección, altera algunas cosas, fortalece el derecho de huelga. Eso está bien porque en otras partes del mundo el reemplazo no se usa. Se mantiene la negociación a nivel de empresa, pero permite que una empresa que tenga varios sindicatos pueda coordinarse entre ellos. Permite una especie de negociación intraempresa, pero no restablece lo que era la institucionalidad existente antes, que era la negociación por rama de actividad. Hay muchos países de la OCDE que sí tienen negociación a nivel de rama».

-¿Por qué cree que no se incluyó la negociación ramal?

«El Gobierno está entre dos polos. Entre el punto de vista de las centrales sindicales, sobre todo de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), y la posición de los gremios empresariales, como la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) y la Sofofa».

– ¿Qué le parece que la extensión de beneficios sea, en principio, solo para trabajadores sindicalizados?

«Creo que es una insuficiencia que podría revisarse en el Parlamento, en la discusión parlamentaria. Puede haber gente que no está en el sindicato y podría beneficiarse de la negociación por distintas razones y tener los mismos beneficios».

– ¿Por qué es importante que todos los trabajadores accedan a los beneficios?

«Por una razón de equidad y simetría. Para no tener trabajadores con varias categorías de beneficios. A nivel de beneficios generales, no es bueno que haya trabajadores de primera y segunda categoría».

– La economía está desacelerada y los actores del mercado coinciden en que el desempleo subirá en 2015. ¿Considera el momento oportuno para la presentación del proyecto?

«El problema es que si se está creciendo rápido y creando empleos, la gente va a decir: ¿para qué hacer un cambio que puede disminuir el crecimiento? Después, cuando es la fase de desaceleración, se dice lo mismo. Entonces, nunca va a haber un momento óptimo. Tal vez sí es más recomendable cuando se está creciendo, con más fortaleza. Pero yo creo que es una reforma que está muy postergada».