Por Alejandro Maureira.

El sistema de salud castiga a las mujeres por su potencial a la maternidad, el cual exige menos días y costos en comparación a toda la vida laboral de la sumatoria de todos los hombres.

Hace unos años guié una investigación cuyo objetivo era determinar si existía ó no discriminación hacia la mujer en el mundo laboral. La respuesta, para muchos es obvia, no obstante, en el campo de la investigación son los datos los que deben demostrarlo y lo hicimos.

(1) La fuerza laboral masculina es mayor a la fuerza laboral femenina, por ende, más hombres usan los sistemas de salud.

Es una buena noticia que la brecha demuestre una claro avance de la mujer en el campo laboral, si bien aún falta, la tendencia es clara.

(2) La estructura productiva del país se basa en la explotación de materias primas, es decir, sector primario de bajo valor agregado donde la fuerza física es importante y que es donde están los accidentes del trabajo.

La base de la estructura productiva país se sustenta en trabajo físico -minería, construcción, agro, celulosa, etc.- Si bien las mujeres avanzan en este terreno, históricamente es potestad masculina y lo seguirá siendo mientras la inexistente inversión en tecnología explique la necesidad de “fuerza bruta”.

La estructura productiva de mano de obra masculina hacen que los accidentes del trabajo y lesiones físicas sean comunes en el sector masculino y … La totalidad de los hombres que usamos los sistemas de salud, en nuestra vida laboral, solicitamos más licencias y días de recuperación que el grupo femenino.

(3) Si la fuerza laboral masculina, solicita más licencias y es mayor a la fuerza laboral femenina, entonces los costos para el sistema de salud de los hombres en su conjunto son mayores a los costos de las mujeres, a través del tiempo, es decir, se castiga a las mujeres por un período acotado de fertilidad.

El sistema de salud castiga a las mujeres por su potencial a la maternidad, el cual exige menos días y costos en comparación a toda la vida laboral de la sumatoria de todos los hombres.

Son los hechos, antes de la opinión: El sistema de salud discrimina a niños, viejos, enfermos, mujeres, etc. No sirve.

Su característica de “seguro”, impide el desarrollo de los verdaderos seguros de salud, algunos muy buenos algunos que recomiendo y administrados por expertos -Compañías de Seguros-

Conjuntamente la integración vertical del sistema de salud, hacia clínicas y otros, les han dado un posición dominante al momento de “negociar” con clientes y médicos. El ministerio de Economía, encargado de la competitividad, debe pronunciarse y proponer los cambios que se necesiten para equiparar la “fuerza” de unos contra otro al momento de negociar.

Mi recomendación, “Crear Mercados”, la propuesta de Alvin Roth, primero Nobel de economía 2012 o terminar con el sistema de Isapres.

Dos ideas, adicionales: Reconocer la paternidad y permitir (u obligar) a compartir los costos de salud adyacentes + Crear un sistema de ahorro de salud, algo así como una AFP de la salud, cambiando el gasto actual por ahorro.

Sobre el autor
Alejandro Maureira

CEO & Economista Jefe Adventure Capital, Co-Autor de AntiManagement, Villano Invitado a Directorios para tratar temas económicos, financieros, estratégicos y tecnológicos (BigData). Destacado Académico, en las mismas áreas, ha participado en importantes Instituciones chilenas y extranjeras, entre ellas: Harvard Business Review Corporate Learning, Universidad Politécnica de Cataluña, Escuela Internacional de Alta Gestión (Bolivia), Centro Internacional de Gestión Empresarial de la Universidad Técnica Federico Santa María, Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, entre otras (Twitter: http://twitter.com/amaureirab).