Tras irrumpir en la escena pública con la reforma tributaria, ahora la multigremial que lidera definió la reforma laboral como su próxima batalla. Y no la darán solos: el histórico Rafael Cumsille liderará a todas las pymes de Chile en una discusión en la que exigen considerar la realidad de las empresas de menor tamaño.

Por M. Soledad Vial

Lo que partió como un «casero» video en las redes sociales, se convirtió en una avalancha imparable de mails y llamados de los camioneros, panaderos, agricultores… 80 gremios, que al mes habían firmado una carta para que los representara frente al Gobierno en la discusión tributaria, inesperado protagonismo que condujo al acuerdo en la primera reforma de la era Bachelet II.

«Fue algo que no se calcula, no tuve tiempo de masticarlo», dice Juan Pablo Swett, flamante presidente de la Multigremial Nacional de Emprendedores y Pymes, hoy constituida legalmente en el Ministerio de Economía por 204 gremios que representan a unas 160 mil empresas de todo el país. Sentado en su oficina de trabajando.com , casi única sobreviviente de las puntocom, que tiene 450 empleados y factura US$ 12,5 millones al año, dice no haber sido nunca líder en el Verbo Divino ni en la Finis Terrae, donde estudió ingeniería comercial. Quizás por eso hace oídos sordos a insinuaciones políticas. El tiempo dirá, dice un importante dirigente, pues «esto le gusta más que el pan con mantequilla».

Swett solo se ríe. Con «solo un clic», hoy convoca a 160 mil empresas en todo el país, como hicieron en octubre con el paro camionero que apoyó la Multigremial. Ahora espera sacar adelante la nueva agenda que definieron esta semana en una reunión de urgencia en Temuco. Tres son las prioridades: reforma laboral, Código de Aguas, y violencia en el sur. «Llegó el momento de que el Gobierno nos tome en serio», dice.

-¿Sienten que no lo tomaron en serio? Se sentó a la mesa del acuerdo tributario.

-Todo eso se diluyó, y el Gobierno no ha tomado realmente en serio a la Multigremial nacional; sí lo hicieron los senadores y el Congreso. Después de la reforma tributaria no hemos tenido contacto con el Ministerio de Hacienda.

-¿No conversaron antes de tomar una medida de fuerza como el paro?

-Fuimos a una reunión de emergencia con el subsecretario Mahmud Aleuy, y trataron de que yo no entrara, pero el presidente de los camioneros, Sergio Pérez, no aceptó, porque veníamos en representación de las multigremiales del Maule, Biobío, Los Ángeles, Los Lagos, La Araucanía y Los Ríos. Le explicamos al subsecretario que en los últimos meses suman 150 los hechos de violencia. No hubo medidas concretas, los camioneros no quedaron tranquilos.

-¿Qué sentido tuvo movilizarse? Hoy enfrentan una demanda por seguridad interior del Estado.

-Hay una demanda contra quienes resulten responsables de los camioneros del Maule y veremos qué pasa, porque si un camionero se va preso, habrá nuevas movilizaciones.

-¿No es legítimo que el Gobierno proteja el libre tránsito en el país?

-Sí, pero ley pareja no es dura. ¿Por qué el Gobierno demandó solo a los camioneros del Maule? No soy experto en señales políticas, pero el Gobierno sabe que son demandas reales y que el diálogo se agotó. A otros gremios se les llama a reuniones, y yo nunca llegué a reunirme con Alberto Arenas; la Confederacion Nacional del Transporte de Carga (CNTC) ve que el Gobierno dialoga solo con la Confederación de Dueños de Camiones de Juan Araya. Llegó el minuto de que el Gobierno vea el peso nacional que tiene esta Multigremial.

-¿Los han llamado después del paro?

-No, no hubo ninguna respuesta al pliego, tampoco a los gremios del sur que pidieron conversar con la Presidenta; no ha ido nunca a la zona.

«Tenemos una agenda y pedimos hechos concretos: fundo tomado, queda fuera de las compras de la Conadi. Esperamos que el Gobierno nos conteste para sentarnos a conversar sobre eso, y también sobre las modificaciones al Código de Aguas y la reforma laboral».

-¿Qué les preocupa del Código de Aguas?

-Estábamos conversando con el delegado presidencial de las aguas y el Gobierno nos mandó la ley al Congreso. Estamos de acuerdo en que se modifique el código, para evitar la especulación, pero otra cosa es la caducidad o revocación de los derechos de agua: es una expropiación a los agricultores, porque debe reconocérseles la inversión que han hecho en 150.000 kilómetros de canales de regadío.

-La reforma laboral no está lista, ¿por qué oponerse a un proyecto que aún no ha sido enviado al Congreso?

-Hace un mes y medio que tenemos en nuestras manos el borrador del proyecto de reforma laboral del Gobierno. Lo estudiamos con nuestros abogados, y el principal asesor del Ministerio, el señor Roberto Godoy, confirmó a nuestro representante, Carlos Boada, que efectivamente es el texto de la reforma. Tal como está, ni siquiera se puede negociar; las pymes deben quedar afuera y partir de cero esta conversación. Le pedimos a Rafael Cumsille que lidere a todas las pymes en esta discusión.

-¿Recurrieron a Cumsille por su relación fluida con el Gobierno?

-No, la Conapyme tiene un liderazgo importante. Las pymes hoy están organizadas y están teniendo una voz común; debemos actuar unidas, alineadas y trabajar estratégicamente…

-…Y se oponen a la reforma laboral…

-No nos oponemos, pero debemos crear normativas que respondan a la realidad de empresas de menor tamaño. Los temas que afectan a una empresa de 50 trabajadores son muy distintos de los que tiene una de mil o 2 mil.

«Este movimiento es muy parecido a lo que pasó en su momento con los estudiantes; las pymes son el equivalente a la calle. A mí me han tratado de encasillar por el colegio en que estudié, el apellido, pero nadie me regaló nada y sé lo que cuesta salir adelante».

«No es agradable» incomodar al Gobierno

-¿Está consciente de que se ha vuelto «incómodo» para el Gobierno?

-Así me han dicho, y no es agradable. No lo he pasado bien, han pasado cosas que uno creería que no pasan en Chile.

-¿Cuáles? ¿Por oponerse a la reforma?

-No voy a referirme a eso, pero mi empresa ha debido enfrentar situaciones que considero arbitrarias, y así lo he reclamado donde corresponde.

-¿Por qué ponerse nuevamente en la mira?

-Tenemos todos estos otros problemas que me han impulsado a tomar este cargo gremial y hacernos escuchar. La Multigremial no se ha sentido reconocida por el Gobierno en la representatividad tan significativa que tiene.

-¿Por qué no hizo lo mismo en el gobierno de Piñera, que también subió impuestos?

-No existía la asociación de emprendedores y yo no era dirigente. La Multigremial haría lo mismo en un gobierno de derecha si hay cosas que nos parecen injustas. La reforma tributaria la ganaron la calle y las pymes, no los políticos.

«Mi empresa ha debido enfrentar situaciones que considero arbitrarias, y así lo he reclamado donde corresponde».

«Con 24 años de democracia no se puede hablar de ‘campaña del terror’ porque haya gente que piense distinto».

«Si un camionero se va preso, habrá nuevas movilizaciones».

«La ropa sucia se lava en casa; fue un error político grave»
-La Presidenta acusa una «campaña del terror». ¿Fue también un mensaje para usted?

-Me parece lamentable que se usen esas expresiones en el extranjero. La ropa sucia se lava en casa; fue un error político grave, porque afecta la imagen externa de Chile.

-¿Hay efectivamente una campaña contra las reformas del Gobierno?

-Con 24 años de democracia no se puede hablar de «campaña del terror» porque haya gente que piense distinto. La gran mayoría de los chilenos quiere diálogo, no soberbia ni imposiciones de un sector que quiere inhibir el debate. Se persigue a ex ministros, se trata de decir que la Confepa está politizada por la derecha, nadie tiene derecho a decir que las cosas no le gustan. Cartas como la de Óscar Guillermo Garretón al Partido Socialista, las críticas de ex ministros de Hacienda o de otros íconos de la Concertación muestran que muchos no comparten cómo se están haciendo las cosas.

-¿Lo interpretó el discurso de Von Mühlenbrock en la Sofofa?

-Fue muy valiente, atingente y claro. Eché de menos una respuesta de la Presidenta.

-En su cartillazo les dijo a sus ministros que deben «trabajar más».

-No es ese el punto. Veo cómo el ministro Céspedes se saca la cresta, dificulto que pueda darle más horas al Ministerio de Economía. El país quiere reformas, pero que se escuche a todos para que sean consensuadas.

-Pero los empresarios tampoco tienen hoy una buena imagen en las encuestas. ¿Qué deberían hacer?

-Reivindicar el hecho de ser empresario, hacer empresa y desmarcarnos de casos como Cascadas o La Polar.

-¿También deben apartarse de eventuales aportes ilegales que se investigan en la política?

-El financiamiento de la política es un tema político, no traten de convertirlo en problema empresarial. Por años, desde el partido más izquierdista al más derechista se han paseado por las empresas buscando plata porque falta transparencia y capacidad de fiscalización. Hoy tenemos que creerle al que dice que 5 millones de personas le aportaron un dólar.

«El que esté libre de pecado que tire el primer gasto reservado. Le aseguro que, si se investiga en profundidad, se verá que es una práctica muy extendida y de la que las pymes estamos muy lejos».

-¿Han estado a la altura los gremios empresariales?

-Santa Cruz y Von Mühlenbrock han salido frontalmente a condenar casos de los que antes no se hablaba. También las nuevas generaciones están siendo muy claras. Cuando Sandro Solari dice públicamente que en Falabella se paga a 30 días y que le mande un mail quien no recibe ese pago, vemos el sentido de responsabilidad de la empresa. Se requiere un recambio generacional y lo hemos conversado con Von Mühlenbrock y Santa Cruz, ¿quién será el presidente en 10 años más?

-¿Usted, por ejemplo?

-Quizás tenga habilidades comunicacionales o políticas, pero no tengo una megaempresa con 1.500 empleados.

-Muchos lo ven en la carrera al Congreso, a un municipio…

-No, no dejaría la posibilidad de emprender por saltar a la política. Una multigremial potente equivale a 50 votos en la Cámara de Diputados y 10 en el Senado.

-Y como fanático de la UC, ¿qué propone para sacarla de la UTI?

-Ya lo estamos haciendo. No puedo dar detalles, solo decirle a la hinchada que somos muchos los que estamos dispuestos a dedicarnos de lleno a que el corazón cruzado vuelva a latir. Eso no más.