Según los expertos, las razones apuntan a un aumento de la desconfianza empresarial ante el actual escenario de desaceleración de la economía.

Por Víctor Petersen.

A pesar de que la tasa de desempleo en nuestro país ha mantenido cierta resiliencia ante la fuerte desaceleración de la economía desde fines del año pasado, ubicándose actualmente en 6,6% – cifra que se considera baja históricamente-, otros factores del sector comienzan a evidenciar un desempeño más negativo en el mercado laboral , lo que a juicio de los expertos terminará por repercutir sí o sí en la tasa de desocupación.

Uno de ellos es el Índice de Remuneraciones que reveló ayer el INE (Instituto Nacional de Estadísticas), en el cual detalló que en septiembre el índice nominal aumentó 0,6%, y el índice real (que descuenta la inflación) disminuyó 0,2%.

Asimismo, la masa salarial del país pasó de crecer a cifras incluso superiores al 6% hace un año , a un ritmo más cercano al 2% y 3% en los últimos meses, lo que según los expertos reflejaría en gran parte la disminución que ha tenido el consumo en el último tiempo.

De acuerdo con César Guzmán, subgerente de macroeconomía del departamento de estudios de Security, “efectivamente una primera lectura del mercado laboral muestra cierta resiliencia, no obstante, se ha visto un deterioro gradual. Por un lado, el empleo ha moderado su ritmo de crecimiento desde 2,5% a principios de año hasta cerca de 1% en septiembre”.

Añade que “otro factor que muestra este deterioro viene dado por la moderación de la masa salarial, la que pasó de crecer al 5%-6%, hasta 2,5%-3% en términos reales. Eso anticipa un deterioro adicional del consumo privado en los próximos trimestres”, precisando que los salarios se van a ir ajustando en la medida que la actividad siga débil.

Visión que comparte Fernando Soto, economista de BBVA Research, quien sostiene que “el gran fenómeno tras la baja del consumo es precisamente la masa salarial, y lo que uno ve es que la masa salarial se ha contenido en parte por el tema de los cuenta propia, pero éste es un fenómeno que va en retirada”.

En esta línea, considera que el panorama está ligado directamente con menores confianzas empresariales que se están materializando en menos contratación y salarios.

“Acá hay un fenómeno relacionado con la actividad y la confianza empresarial, lo que se canaliza a través de las vacantes laborales. Y esto no se va a recuperar en la medida en que las empresas no aumenten sus vacantes de contratación, lo que está mucho más asociado a la confianza por sobre incluso la misma actividad económica. Y por ello uno no ve una inflexión en esto indicadores”.

Coincide Francisco Klapp, investigador de Libertad y Desarrollo.

“El mercado laboral no es el mismo que el que teníamos hace un año y 6 meses, y un ejemplo evidente son las remuneraciones que cada vez tienen un crecimiento más bajo. Eso también se refleja en la masa salarial con un crecimiento de la ocupación cada vez más lento, y crecimiento de remuneraciones más lentas”, comenta, agregando que además hay otros factores.

“Por ejemplo, la aprobación de empleos con más de 45 horas refleja que el trabajo de horas extras se ha resentido, y las horas totales también. Otra cosa que confirma la falta de confianza es el informe de percepciones de empresas que publicó el Banco Central, donde las empresas son bien honestas en decir que están teniendo problemas, que están cortando horas y sin dar horas extras”, precisó.

Aumento del desempleo

Con todo, el efecto que adelantan estas variables apunta directamente a la tasa de desempleo del país, la que tras los meses de estacionalidad positiva (en verano) debería comenzar a resentirse en forma significativa.

Según Guzmán, “nuestras proyecciones muestran que el crecimiento interanual del empleo convergería a cero, por lo que en un contexto de un crecimiento de la fuerza de trabajo cercano a 1,5% (menos que el promedio histórico) el desempleo se iría acercando a 8% en 2015”.

Mientras, Soto señala que “el desempleo seguirá aumentando y debería estar entre 7% y 7,2% en promedio en 2015, con un peak de 7,5%”.

Por su parte, Klapp advierte que “más temprano que tarde empezará a repercutir estos factores en el desempleo, y se hará más evidente el próximo año. Es difícil dar un número, pero estaremos hablando en torno al 7,5% en invierno”.