Advierte que poder de sindicatos en las PYME es superior al de empleadores y que salarios ya han subido sobre la productividad.

Por Juan Pablo Palacios.

En un período de definiciones se encuentran al interior del gobierno respecto de la gradualidad en la implementación de la reforma laboral y ajustes en los titulares que generan más controversia en el proyecto, como titularidad sindical y fin del reemplazo en huelga. Mientras tanto, los gremios han empezado a sacar cuentas sobre el impacto de la nueva normativa que pretende perfeccionar el procedimiento de negociación colectiva y fortalecer la actividad sindical.

En ese plano, la primera entidad en realizar un estudio para dimensionar el alcance de los principales ejes de la iniciativa laboral fue el Consejo Nacional de la Pequeña y la Mediana Empresa (Conapyme), que preside Rafael Cumsille.

El análisis de 19 páginas fue elaborado por el director de estudios de la institución y miembro del comité tributario de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), el abogado Carlos Boada, con la asesoría del economista Enrique Román, y se hizo sobre la base de las minutas y borradores que a la fecha existen de la reforma a cargo del Ministerio del Trabajo.

La evaluación coloca una señal de alerta respecto de que los esfuerzos redistributivos asociados a la mejora del poder negociador del factor trabajo, no pueden ser planteados de un modo separado de la evolución de la productividad de las unidades productivas.

«La capacidad redistributiva de las Mipymes ha probado ser mucho más alta que las de las grandes empresas, pero solo lo es en condiciones de bonanza. En períodos de crisis ella se reduce significativamente, por ende redistribuir desde la escasez solo redundaría en crisis terminales para muchas Mipymes, cierre de las mismas y aumento de la cesantía de sus trabajadores. Fenómeno que las estadísticas de los últimos meses ya están mostrando», asevera el estudio.

También concluye que disminuir las asimetrías entre trabajo y capital al interior de las grandes empresas parece ser una tarea pendiente y justificada (…) sin embargo, en «las Mipymes la situación es la inversa. Ellas no poseen una asimetría de poder que las favorezca, al contrario, el poder de los sindicatos es superior al de los empleadores, los salarios ya han subido más allá de lo que la productividad permite y las empresas Mipyme han ya distribuido al límite de lo posible».

Añade que «cuando las Mipymes recuperen, cuando menos los niveles de participación de mercado que poseían en 1990, quizás habrá llegado el momento de realizar un nuevo esfuerzo redistributivo».

Rafael Cumsille, a la vez, indicó que cualquier proyecto de ley debe ser diferente para las grandes y las pequeñas empresas, según lo dispone el Estatuto PYME aprobado en la primera administración de Michelle Bachelet.

Por lo anterior «las Mipymes deben quedar absolutamente excluidas de los esfuerzos de la reforma laboral», sentencia el documento de los expertos.

Trascendió que el informe ya se encuentra en poder del gobierno.