Debate se intensifica:

El gremio solicita que el Gobierno incluya la negociación interempresas, que no está entre los nueve puntos que impulsará el Ejecutivo.

Por Mariana Penaforte.

El proceso técnico de debate de la reforma laboral se dio por finalizado en la Central Unitaria de Trabajadores (CUT). Ahora empieza la etapa política, señalan desde la multisindical, donde entrarán de lleno a negociar con las bancadas de todos los partidos políticos antes del ingreso del proyecto de ley al Congreso, previsto para fines de año, según han afirmado desde el Ejecutivo.

Desde la gremial solicitaron una reunión en conjunto para la próxima semana con la ministra del Trabajo, Javiera Blanco, y el titular de Hacienda, Alberto Arenas.

El objetivo, señala, es aclarar con las autoridades los temas que entrarán y los que quedarán fuera del proyecto de ley y la «voluntad política» de impulsarlos.

«Hacemos un llamado nacional a ordenar una sola voz en esta materia y clarificar el tenor con que el Ejecutivo enfrentará este debate, que ya dejó de ser técnico y depende hoy exclusivamente de las voluntades políticas», afirmó ayer la presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa.

Pese a que valora los nueve puntos que tiene el Gobierno en su agenda, la CUT aspira a incluir otros aspectos de sus demandas históricas. Entre ellos están la negociación interempresas, las limitaciones de la figura de despido por necesidades de la empresa (artículo 161 del Código Laboral) y la sanción a las firmas que vulneren reiteradamente el fuero sindical. Además, piden que no se haga distinción en la normativa entre las grandes empresas y las pymes.

«Si bien estos puntos no agotan la demanda de la CUT de una nueva institucionalidad laboral, son puntos fundamentales que de no ser atendidos en plenitud nos llevan a pensar que estamos frente a un proceso de reforma a la medida de lo posible y eso es algo que como central unitaria no vamos a compartir», agregó Figueroa.

La dirigenta pidió que el Gobierno envíe el proyecto de ley de reforma laboral en el mes de noviembre y afirmó que el retraso está generando un «mal clima» y abre espacios para especulaciones en el debate. Recordó que el mes preferente era octubre.