El dirigente asegura que está latente, de parte de la CUT, el temor de un cambio relevante en esta iniciativa, tal como ocurrió con la tributaria, y hace un llamado a la movilización. Ratifica que hay cuatro diferencias esenciales con la autoridad y que pedirán que el proyecto ingrese por el Senado.

Por Pía Toro.

La próxima semana la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) convocará a un consejo directivo, con el propósito de levantar una propuesta estratégica para el debate que viene respecto a la reforma laboral. El ex presidente y actual secretario general de la CUT, Arturo Martínez, quien participó de la mesa técnica con el Ministerio del Trabajo, advierte que si esta iniciativa no refleja lo planteado por la multisindical, se iniciarán movilizaciones a nivel nacional. En ese sentido y ante la gradualidad con que el gobierno evalúa aplicar dichos cambios al segmento de las Pymes, el dirigente expresa su rechazo, acusando incluso una eventual inconstitucionalidad si se les diera un trato distinto.

¿Teme que por la necesidad de acuerdos se repita el tipo de negociación de la reforma tributaria en el proyecto laboral?

Está latente ese temor, es más, uno ha visto anuncios en los últimos días de varias comisiones en RN, la UDI, los empresarios, es claro que van a querer incidir en el proyecto durante la discusión en el Parlamento si es que no pueden incidir en el gobierno; por eso ese temor está ahí. Pero hay un punto acá, durante la campaña presidencial no sólo se llamó a votar por la Presidenta Bachelet, sino un Parlamento para Bachelet para hacer las reformas, y se cumplió el objetivo, por tanto no hay razón para que el proyecto de ley se empiece a negociar en el Congreso.

Pero ya hay un compromiso que no se cumplió, el envío del proyecto en octubre “como mes preferente”…

Fue un compromiso y el gobierno no nos cumplió, porque se dijo octubre, y ahí hay una mala señal, pero el dilema no está en 15 días más o 15 días menos, el dilema está en los contenidos.

¿Cuál es la posición de la CUT respecto a la tramitación en el Congreso?

Tenemos que plantearle al gobierno que esta iniciativa entre por el Senado, porque por la Cámara de Diputados se va a generar una cantidad enorme de indicaciones al inicio del proyecto, lo que puede distorsionar bastante el tema, tal como ocurrió con la reforma tributaria. Además la CUT debe llamar a su consejo nacional ampliado (primera semana de noviembre) y entender que esta reforma no se gana sólo conversando. Hay que hacer una campaña de movilización por la reforma laboral y mostrar más allá que algunos dirigentes pertenezcamos a partidos de la coalición de gobierno, que nosotros actuamos con autonomía e independencia.

¿Hay desconfianza del mundo sindical frente a lo que pueda hacer la CUT, dado el grado de cercanía que su dirigencia ha mostrado con el gobierno?

Sí, hay un poco de desconfianza, porque no se supo explicar bien los alcances del salario mínimo, y por eso es importante llegar con la información pronto y armar este plan de lucha para la reforma. La gente se quedó con una sensación de que la CUT estaba más del lado del gobierno que de los trabajadores, y eso hay que revertirlo.

Hoy algunos gremios de Pymes están pidiendo marginarse de la reforma laboral, ¿qué le parece esa solicitud?

Esta ley laboral aplica para empresas que operan con 8 trabajadores hacia arriba (quórum mínimo para formar un sindicato), entonces toda esa cantidad de gente que anda opinando no está en esa situación. Por qué los trabajadores de las Pymes tiene que tener otras condiciones que no sean las generales; o sea, vamos a discriminar a un trabajador por la posibilidad de encontrar empleo en una empresa pequeña o mediana versus una grande. Eso es discriminación, eso es inconstitucional, porque estaríamos discriminando a trabajadores por el lugar donde trabajan. Entonces, ¡de qué están hablando! Hay que conocer la ley laboral para estar opinando, porque hay muchos que ni siquiera han tenido un Código del Trabajo en la mano y están discutiendo al respecto.

¿Y aplicarla con gradualidad en las Pymes como estaría estudiando la autoridad?

Yo creo que hay que darles un curso para que entiendan lo que está pasando. Yo los invito a que hagamos un seminario para explicar los alcances, porque se van por los titulares y a lo mejor se dejaron llevar por empresarios grandes que buscaron asustarlos.

Diferencias con el gobierno

Una de las diferencias que tiene la CUT con el gobierno es permitir o no la negociación interempresas.

El interempresa tiene que tener derecho a negociación. Si vamos a eliminar los grupos negociadores en las empresas donde hoy el sindicato interempresas hace negociación por grupos, estamos obligados a darle negociación a los interempresas.

Otro de los desacuerdos está en la titularidad sindical y la posibilidad que el empleador extienda beneficios a los no sindicalizados.

Mientras el empleador pueda extender por su cuenta los beneficios ganados por el sindicato a los trabajadores que no participan en la negociación, va a ser un sindicato débil y no va a tener fuerza para negociar. Esta es una práctica antisindical.

¿Y si el empleador negocia de manera individual con otros trabajadores con los beneficios ganados por el sindicato?

Si disfraza de tal manera los beneficios ofrecidos, hay que tener la posibilidad de denunciarlos como práctica antisindical.

Y respecto al fin al reemplazo en huelga…

Lo que nosotros queremos es que la empresa no pueda reemplazar el puesto de trabajo, eso sería efectivo. En cuanto a los servicios especiales, tiene que ser para ciertas empresas y no es una norma general. Yo no entiendo que una empresa que vende ropa deba tener servicios especiales, porque ahí no pasaría nada si la empresa cierra, pero sí una clínica podría tener un área donde se siga funcionando.

¿Esto apuntaría a terminar con las empresas estratégicas?

Claro, estamos por terminar con las empresas estratégicas y entregarle todos sus derechos a negociar y a la huelga. Cómo se pueden llamar empresas estratégicas si están en manos de transnacionales.

El otro punto es por las normas de despidos, principalmente por el artículo 161 del Código del Trabajo.

Nosotros queremos que el despido por necesidad de la empresa sea acotado y que no se aplique cuando el empleador presiona para que se cambie de contrato de trabajo, por constitución del sindicato, y que no se pueda aplicar durante los 90 días posterior a la negociación colectiva.