Dra. Lorena Rodríguez, jefa del Departamento de Nutrición y Alimentos del Minsal:

La autoridad busca promover un ambiente más saludable, poniendo énfasis en el entorno escolar. Otros especialistas apuestan a complementar lo anterior con campañas educativas.

Por Sebastián Urbina

El último informe sobre el estado nutricional de quienes se atienden en el sistema público de salud no es alentador. Al analizar lo que sucede con el peso de las embarazadas, nodrizas y niños menores de seis años, se ve que, aunque con menos intensidad, el aumento de la obesidad continúa en el país, sin lograrse revertir esta epidemia. Entre estos niños, uno de cada tres es obeso o tiene sobrepeso.

«No lo hemos logrado, y lo más preocupante es que las cifras demuestran que los primeros peak de aumento de peso se producen a los seis meses de vida y luego a los dos años de edad», explica la doctora Lorena Rodríguez, jefa del Departamento de Nutrición y Alimentos del Ministerio de Salud (Minsal). Esos momentos coinciden con cambios en lo que come el menor, que son cuando se inicia la alimentación complementaria, y luego al integrarse a la comida familiar.

Para la doctora Rodríguez es alarmante que los niños de menos de seis años, que aún no toman decisiones, ya están influidos por el ambiente de sus casas, del barrio y de la escuela, que los lleva a subir de peso.

«Buscamos poner el foco en los primeros mil días de vida, que son los críticos. O sea, priorizar el embarazo y hasta los dos años de edad. Tenemos que conseguir que el niño que nace con un peso normal, se mantenga así y no se exceda de peso», advierte la doctora Rodríguez. Si se logra tener éxito en esto, en el futuro se podrán tener adolescentes, adultos y personas mayores más sanas. «Y los hijos de ellos también serán más saludables. Es decir, necesitamos dos generaciones para cambiar esta realidad», afirma.

No solo prohibir

Esta mirada hay que complementarla con otras medidas, en opinión del doctor Francisco Moraga, pediatra nutriólogo del Hospital San Borja Arriarán.

Si se considera que el 26,3% de las embarazadas son obesas, «hay que preocuparse de la salud preconcepcional», dice el doctor Moraga. Esto se traduce en cuidar que esa mujer tenga un peso normal al momento de embarazarse. Después del parto, también hay que mantenerse vigilante, ya que la obesidad sigue aumentando y alcanza al 28,1%.

La doctora Rodríguez dice que los mejores resultados en el combate contra la obesidad se han tenido con las medidas estructurales, que también impulsa la OMS.

«Hay que tener una mayor oferta de alimentos saludables, sobre todo en las escuelas y jardines infantiles; un etiquetado nutricional claro, y un precio de estos alimentos al alcance de todos», detalla.

También agrega la construcción de ciclovías y el aumento de las horas de educación física en las escuelas, como ejemplos de cambios estructurales.

Según el doctor Moraga, las medidas estructurales se traducen habitualmente en «poner trabas al consumo de alimentos muy calóricos, las que por lo general son malavenidas por la gente. Entonces no hay que pensar solamente en medidas prohibicionistas».

Para él es importante educar a la población en hábitos de vida saludable, que es algo que va más allá de lo estructural.

«Hay que involucrar a todos, incluso a la empresa privada, algo que hacía el programa Elige Vivir Sano, pero que ahora está dejado de lado», afirma este especialista. Según dice, hay que apostar a generar confianzas y hacer alianzas público-privado, como única manera de derrotar esta epidemia.

Regiones del sur
Otro aspecto que revela el informe del Ministerio de Salud, se refiere a la mayor obesidad en niños de menos de seis años que se observa desde la Novena Región al sur, con su máximo de 15,4% en Aysén. Las razones serían una alimentación más calórica y un mayor sedentarismo. «Los chilenos asociamos actividad física con sol, calor y aire libre, y no debería ser así», dice la doctora Lorena Rodríguez. En el norte, la obesidad es mucho menor, con el mínimo de 7,9% en Antofagasta.

En cuanto a las comunas, encabeza el ranking de obesidad Puente Alto, seguida de Temuco, Maipú, La Pintana y Valparaíso. Entre las con menos obesidad están La Serena, Talcahuano, Quilicura y Curicó.