A cuatro meses del plazo tope, sólo 83 de los 239 programas universitarios tienen la certificación. Nuevo decreto postergará exigencia legal para evitar déficits de médicos especialistas.

Por G. Sandoval y M. Miranda.

Una prórroga de cuatro años tendrían las facultades de Medicina del país para que acrediten sus programas de especialidades y, de esta forma, se permita a los profesionales que estudian estos posgrados inscribirse en el registro de prestadores de la Superintendencia de Salud, que a esa fecha haría obligatorio el trámite.

“Estamos elaborando el decreto, pero lo más probable es que la fecha tope para la revalidación de especialidades médicas sea el 31 de diciembre de 2018”, dijo José Concha, encargado del Departamento de Calidad del Ministerio de Salud.

El decreto se traduce en una nueva extensión del plazo, que originalmente vencía en diciembre de 2012 y que ya fue ampliado en 48 meses hasta diciembre de este año. Sin embargo, a solo cuatro meses de la fecha tope de los 239 programas de especialidades vigentes en 15 facultades de Medicina, sólo 83 están acreditados.

Así lo indican las cifras de la Agencia Acreditadora de Programas y Centros Formadores de Especialistas Médicos, (Apice) , única entidad acreditadora de estos programas en el país y que informó además que a la fecha 122 programas se han presentado al proceso de acreditación (ver infografía).

Según explicó, el médico Vicente Valdivieso, secretario ejecutivo de Apice, “para ser inscrito en el registro de prestadores de la Superintendencia de Salud, el profesional tiene que demostrar que su título de especialista viene de un programa universitario acreditado”. De esta forma, afirma Valdivieso, si el decreto no fuera prorrogado, el Minsal tendría problemas para contratar doctores, pues no estarían certificados y para conseguir a especialistas que atiendan las prestaciones más complejas del Auge.

“Eso afectaría las atenciones que se realizan por Fonasa, las prestaciones Auge y los programas de apoyo ministerial, que se financian con platas del Estado, así como los pagos para los médicos residentes”, agregó Valdivieso, alertando que la situación complicaría la situación de déficit de casi 1.400 médicos en la red pública.

Respecto del retraso en el proceso, el representante de Apice dijo que “la acreditación de los planes de especialidad es voluntaria y las facultades de Medicina eran reacias a presentarlos. Si no lo hacen, como agencia, no podemos hacer mucho”.

Humberto Guajardo, presidente de la Asociación de Facultades de Medicina, Asofamech, dijo que es necesario analizar las causas de la demora de las universidades.

“En mi opinión yo diría que la acreditación tiende a poner algunas exigencias, como económicas, a las universidades que complican el panorama”, dijo Guajardo, quien explicó que la certificación de un programa de especialidad médica, dura entre seis y ocho meses y que cuesta cerca de 5 millones de pesos. “Hay que destinar mucho personal, recursos económicos, muchos formularios, es un proceso complejo. Tenemos la posibilidad de formar especialistas y el país necesita muchos y si los procesos de acreditación tienden a hacer más lento el proceso y generar problemas, necesitamos consensuar formas que no entorpezcan el proceso”.

Sobre la prórroga, el representante de Asofamech se manifestó conforme. “Nos da plazo para conversar cómo generar un proceso de acreditación que facilite el sistema en lugar de crear problemas, porque menos del 40% de los programas está acreditado” dijo Guajardo, quien agregó además que “si no se prorrogara este decreto, significa que los especialistas que se titulan de programas no acreditados después de la fecha tope -31 de diciembre de este año- no podrían ejercer en las instituciones que dan las principales atenciones Auge. Eso es un problema serio”, dijo.

ACREDITACIÓN DE MÉDICOS

José Concha, explicó que el nuevo decreto que elabora el Ministerio de Salud incluirá el mecanismo en que, por primera vez, los casi 17.200 médicos especialistas del país deberán recertificar sus competencias. Se trata de un proceso que incorporará el total de horas prácticas de atención realizadas, los cursos que cada uno ha hecho, la docencia y la investigación, entre otros elementos. Además, en caso que estos antecedentes no basten, podrá solicitarse al facultativo, rendir una prueba de conocimientos. “Para el sistema será un gran paso porque por primera vez vamos a medir las competencias de los profesionales médicos que tenemos y garantizar así la calidad de sus atenciones”, dijo Concha, y agregó que los médicos especialistas deberán renovar su certificación cada 10 años y los subespecialistas, cada 5 años.