Uno de cada cuatro que pide un crédito de consumo lo hace para pagar estudios:
Jóvenes gastan hasta el 20% de su sueldo mensual en pagar cuota de crédito universitario bancario

La mayoría de los bancos dejaron de ofrecer préstamos para financiar carreras de pregrado por los riesgos asociados, ya que los deudores comenzaban a pagarlo cuando egresaban. Los que prestan, exigen que las cuotas se empiecen a pagar inmediatamente.

Por María Paz Infante H.
«En Chile de todos los jóvenes menores de 30 años que solicitan un crédito de consumo, ya sea a un banco o a una empresa del retail, el 25% lo hace para cubrir aranceles de educación superior», afirma el director del Instituto Nacional de la Juventud, Nicolás Preuss. Explica que esto sucede porque muchos jóvenes que tienen el Crédito con Aval del Estado (CAE) piden un crédito de consumo para pagar la diferencia entre el arancel de referencia -que cubre el CAE hasta en 100%- y el arancel real. Esta brecha alcanza a unos $500 mil anuales.

El número de jóvenes que se endeuda para pagar sus estudios de educación superior crece año a año, y según un sondeo de «El Mercurio» con productos de los bancos y asesores financieros, los jóvenes destinan hasta el 20% de su sueldo al mes para pagar la cuota del crédito universitario bancario, a diferencia del CAE, que permite que los deudores paguen el 10% de su renta.

Sebastián Lamas, asesor financiero de Creditaria, señala que actualmente los bancos que ofrecen créditos para financiar la totalidad de una carrera profesional de pregrado están dando un interés de 5,3% + UF anual, que al final da una tasa de 8,3% o un 8,6%.

Por ejemplo, Sebastián Lamas explica que si un estudiante de Medicina de la Universidad de los Andes toma un crédito de este tipo por la totalidad del arancel, se le cobrará una cuota fija de $272.326 mensuales, lo que alcanzaría a un 18% de la renta de un médico de esa institución, sueldo que al cuarto año de egreso bordea los $1,5 millones, según mifuturo.cl. En el caso de un recién egresado, no obstante, superaría el 20% de su sueldo. Mismo caso para un dentista de la U. San Sebastián, quien recién al cuarto año de egreso, y no antes, gastará el 16% de su sueldo en la cuota. Otro es el caso de los estudiantes de Ingeniería Civil de la PUC, que deberán pagar una cuota levemente superior a $200 mil , lo que recién al cuarto año de egresados representará el 10% de sus ingresos, unos $2 millones mensuales.

El arancel de Sociología en la UDP, en tanto, cuesta $3,4 millones, por lo que la cuota del crédito bancario sería de $116.665 mensual. Considerando que a los cuatro años de egreso un sociólogo de la UDP gana en promedio $900 mil, al mes el 13% del sueldo sería destinado a pagar la deuda.

Deudores en alza

Según la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras, los créditos bancarios para el financiamiento de estudios superiores han crecido a un ritmo mayor respecto de la cartera de créditos destinados a personas. En los últimos cinco años, el número de deudores de créditos bancarios para financiar estudios de educación superior subió 65% y solo de 2012 a 2013, subió 13%. «La educación es un derecho social que debe estar garantizado por el Estado, y por eso estamos trabajando para que en el futuro se acabe el problema del endeudamiento de los estudiantes y sus familias para acceder a la educación superior, tanto universitaria como técnico profesional», dice Francisco Martínez, jefe de la División de Educación Superior del Mineduc.

El número de beneficiarios del CAE fue el que más aumentó: 128% de 2009 a 2013. En tanto, los de la Beca Nuevo Milenio -que presta financiamiento a quienes postulan a carreras técnicas- crecieron 127%. Loreto Cofré, de Educación 2020, señala que esta es una buena alternativa para los futuros técnicos, pues al ser los aranceles más baratos, la brecha entre el arancel de referencia y el real también es menor.

Cambios en la industria

Los créditos bancarios no siempre han tenido la modalidad actual de cuota fija. Antes de que empezara el movimiento estudiantil de 2011, varios ofrecían créditos universitarios con recursos propios, vale decir, sin la ayuda del Estado. Se trataba de un producto que tenía un interés de entre 7% y 9% y se les prestaba a los jóvenes para pagar el arancel de su carrera de pregrado. Este crédito permitía que los jóvenes empezaran a pagar cuando egresaban. Pero ahora pocos lo ofrecen y solo para renovación, no para clientes nuevos . Es decir, la oferta hoy considera una tasa fija mensual -incluye intereses y parte del capital de la deuda- por medio de la cual el crédito se debe empezar a pagar a partir del mes siguiente al contrato.

Fuentes de la industria explican que la decisión fue tomada porque era un producto muy riesgoso. De hecho, en Chile más del 50% de quienes se matriculan en la educación superior no terminan la carrera que iniciaron, según el Ministerio de Educación. Lo anterior es uno de los elementos que más contribuyen al riesgo, pues además de no saber si los estudiantes endeudados se convertirían en profesionales o no, tampoco había claridad sobre el sueldo que tendrían.

Además de que son pocos los bancos del mercado que ofrecen el crédito universitario, exigen condiciones para obtenerlo. La más importante es que la carrera y la universidad estén en el listado de cada banco, que sean profesionales y no técnicas y que se impartan en universidades del Cruch. Además, unas ponen como requisito que el estudiante saque una cuenta joven.

Otro cambio es el financiamiento de posgrado, que es donde ha apuntado la oferta bancaria en los últimos años, aunque los deudores de posgrados representan solo el 0,7% del total.