También reconoció preocupación por impacto de impuestos verdes en el desempeño del alicaído sector manufacturero.

Por Juan Pablo Palacios.

Una vez confirmado el contenido general del memorándum de entendimiento suscrito entre el gobierno y la oposición, el presidente de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), Hermann von Mühlenbrock, expresó su aprensión respecto de algunos puntos del protocolo que permitirá ingresar indicaciones a la reforma tributaria que se tramita en el Senado.

“Todavía estamos con tasas de impuestos importantes y espero que esto no afecte a la inversión y que realmente podamos ser capaces de seguir compitiendo. Y que se dé un trabajo de buena compensación, que la energía en el corto plazo baje, porque a veces dólares menos de energía puede compensar la competitividad que puede generar en algunos sectores estos mayores impuestos”, indicó von Mühlenbrock en un seminario de la Sofofa sobre “Reforma tributaria y directorios”.

Otro de los aspectos que advirtió el directivo en el proyecto es el impacto de los impuestos verdes en el desempeño del alicaído sector manufacturero.

“Nos preocupa el desarrollo de la industria y los impuestos verdes que afectan significativamente a muchas operaciones manufactureras. Ahí hay espacio que analizar. Chile, respecto al calentamiento global, aporta el 0,2% de CO2 (…), el país coloca impuestos a los bienes que generan estos gases. Yo espero también que cuando se importen estos bienes, que en otros países no pagan impuestos, también tengan una compensación o si no vamos a entrar a competencias desleales”, señaló.

De todos modos, von Mühlenbrock valoró el acuerdo alcanzado por el gobierno y los partidos de la oposición en el Congreso.

“Hay un hecho importante que destacar, hemos vuelto a la sociedad de los acuerdos, de los análisis. Creo que la foto de ayer (el martes) es una señal positiva y que le hace muy bien a Chile”, sostuvo.

El dirigente gremial agregó que en cuanto al contenido del documento “no cabe ninguna duda de que lo que había y lo que hay ahora es un avance”. En todo caso, enfatizó que “hay cosas que nosotros queremos conversar” con el gobierno y los senadores.

Gremios ligados al consumo plantean reparos a las alzas de impuestos acordadas

Una crítica visión entregó ayer el director de Anber, Pelayo Bezanilla, sobre el gravamen a las bebidas, precisando que a la fecha no conocen estudios por parte de la autoridad que demuestren la efectividad de este tipo de impuesto sobre el control de la obesidad. «Más bien advertimos un mero fin recaudatorio», dijo.
Y se preguntó: «¿Cómo se justifica un aumento de casi un 40% en la tasa de impuestos a las bebidas azucaradas?». Añadió que aparte de injustificado y discriminatorio, esta propuesta traerá un fuerte impacto social, ya que es altamente regresivo. «En las familias de menores recursos las bebidas representan el 5,6% de su gasto en alimentos, mientras que en los segmentos más ricos es apenas el 0,76%», afirmó.

La gerenta de la Asociación de Productores de Cerveza de Chile (Acechi), Ximena Bravo, expresó reparos frente al protocolo de acuerdo que contiene cambios al proyecto de reforma tributaria que se tramita en el Congreso.
«Un alza de 50% en el impuesto para un segmento que ya contribuye tremendamente, es excesivo y, lo segundo, homologar en el mismo segmento de tributación a las cervezas con los vinos, nos parece que es una injusticia», dijo la ejecutiva.
En el Senado el gremio de cerveceros propuso una tributación progresiva de acuerdo al grado alcohólico. Acechi estima «un alza de precios promedio cercana a 6% en el escenario del 22,5%» en cervezas desde que se implemente el nuevo sistema de tasas.

Juan Pablo Solís de Ovando, presidente de la Asociación Gremial de Fabricantes y Distribuidores de Licores y Bebidas Espirituosas de Chile (Aflechi), también criticó el documento suscrito entre el gobierno y la oposición para destrabar el proyecto impositivo en el Congreso. «Este acuerdo político no nos tiene nada de contentos. El tener distintos impuestos para cada graduación alcohólica complejiza enormemente la implementación y el control del cobro del impuesto. Los botilleros van a tener que ser ingenieros civiles cada vez que hagan una boleta», advirtió.
El dirigente agregó que «el impuesto de un 46% en promedio que teníamos, pasará a un 57%, lo que es un incremento en torno a un 25%».

El presidente de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), Ricardo Mewes, si bien destacó el avance que significó el acuerdo, «nos preocupan el alza de impuestos del 20% al 27% que pagarán las empresas», dijo.
«Creemos que el acuerdo es un avance importante, pues demuestra que es posible lograr entendimiento cuando se produce un diálogo constructivo. Dentro de las medidas planteadas en el protocolo, consideramos positiva la eliminación de la retención del 10% y la decisión de terminar con la renta atribuida obligatoria (…) Sin embargo nos preocupa el alza de impuestos del 20% al 27% que pagarán las empresas. Con esas tasas, Chile pasará al grupo de países OCDE con mayor impuesto corporativo», advirtió Mewes.

La Cámara de Comercio de Santiago (CCS) valoró el pacto tributario, destacando que algunos de los puntos más complejos han sido mejorados, como la introducción de un sistema alternativo parcialmente integrado de tributación, que elimina la obligatoriedad de tributar por renta atribuida. El presidente del gremio, Peter Hill, sostuvo que «también valoramos los nuevos incentivos a la inversión considerados en el acuerdo, así como la modificación al tratamiento de las ganancias de capital por venta de inmuebles y el diseño de una nueva institucionalidad para la inversión extranjera». Hill agregó que «consideramos que el nuevo proyecto tendrá efectos sobre la inversión, debido a la mayor carga tributaria».