Marcos Barraza afirma que la red de más de 200 oficinas del IPS permitirá competir en cobertura:

En cuanto a las propuestas que emanen de comisión Bravo, la autoridad sostiene que estas deben hacerse sin prejuicios ni «sesgos ideológicos».

Por CECILIA ARROYO A.

Mujeres que trabajan y no cotizan, empleados con bajas remuneraciones y personas que habitan zonas rurales. Ese es el grupo prioritario que buscará captar la nueva AFP estatal, de acuerdo al argumento entregado por la Presidenta Michelle Bachelet, en la ceremonia de lanzamiento del proyecto que crea esta entidad y que promete inyectar más competencia al mercado previsional.

El subsecretario de Previsión Social, Marcos Barraza, está convencido de que lo lograrán. Ello a través de la cobertura que le brindará la red de 203 oficinas del Instituto de Previsión Social (IPS) a lo largo del país, y de la que hará uso al alero de la Ley 20.255, como cualquier otra AFP pudo hacerlo, según aclara. A diferencia de sus pares, «este grupo sí es prioritario para el Estado», señala.

Barraza se refiere a cerca de 2,4 millones de chilenos que no participan del sistema, de los cuales cerca del 70% son mujeres. Y a otros 2,7 millones que alguna vez ahorraron, pero que llevan más de un año sin cotizar. Aquí 1,6 millones de mujeres son, de nuevo, la mayoría.

¿Cómo captarlos? Compitiendo y el precio es una de las alternativas. Barraza asegura que «hay margen» para abaratar cobros, pero con igual énfasis señala que la AFP estatal no será gratis.

«Tiene que existir comisión para que se pueda sustentar como empresa del Estado». En tal escenario, no descarta la participación de la entidad en la próxima licitación de nuevos afiliados. «Debiese ser un interés, porque de esa manera se promueve un bien público en tanto competencia, calidad de servicio y precio al cotizante», añade.

Barraza defiende el aporte de la entidad estatal en cuanto a generar un nuevo pilar de confianza en el esquema previsional. «Tenemos un problema de pérdida de legitimidad del sistema y tenemos que abordarlo como país».

Una forma, dice, es dar a los afiliados la opción de cotizar en una AFP pública, distinta de sus pares privadas, y que promete una mayor eficiencia en la administración de los ahorros previsionales, y en consecuencia, mejor rentabilidad.

Sobre las propuestas que apuntan a generar un sistema de reparto paralelo, agrega que «es parte de la discusión». «Cuál sea la institucionalidad que devenga en materia de política pública de pensiones, debe ser parte del acuerdo social que se establezca y esperamos que la comisión asesora profundice en ello. Si el foco es el mejoramiento de las pensiones para los chilenos, la comisión debe ser capaz de establecer propuestas sin prejuicio o precondiciones ideológicas», indica.

¿Más ahorro o rentabilidad?

Al abordar la temática de las bajas pensiones, Barraza reconoce el efecto de las lagunas previsionales, pero también la existencia de casos en que, habiendo ahorro continuo, las pensiones siguen siendo bajas. «Este es un problema del sistema vigente y hay diversos factores que lo complican, como los bajos salarios, el alza de expectativas de vida y la rentabilidad de los activos financieros, que vienen a la baja sostenidamente, especialmente en los últimos 10 años», afirma.

Barraza argumenta esto con los retornos exhibidos por el fondo C, que muestra una rentabilidad acumulada de 8,3% para los trabajadores afiliados desde el año 1981. Pero la cifra baja a 7,1% desde el año ’90; a 5,3% desde el 2000 y, a 4,1% a partir de 2010. «Es decir, que los trabajadores que hoy se están jubilando cuentan con un bono de rentabilidad que no se dará para los trabajadores en el futuro y eso es grave pensando que ya el promedio de las pensiones es bajo», puntualiza.

A ello se agrega un importante grado de desconfianza de la ciudadanía respecto al sistema previsional vigente, una de las razones por las cuales hoy -, bajo su perspectiva- no es viable endosar a los trabajadores un alza de la tasa de cotización.

De ahí que el problema no se solucione únicamente aumentando el monto de las cotizaciones, sino que supone un abordaje más sistémico, que involucre necesariamente el complementar la reforma previsional con modificaciones laborales que permitan «equiparar la cancha» en términos de remuneraciones, según explica.

«Tenemos que mejorar el tema de los salarios de los trabajadores y eso pasa necesariamente por dotarlos de una institucionalidad mejorada en el campo de los derechos colectivos», dice.

Pensiones de vejez llegan al 64% del total de retiros y anticipadas tocan menor nivel histórico
Un total de 14 mil retiros aceptados por el sistema de Consultas de Ofertas Públicas de Pensión (Scomp), entre enero y junio de este año, fueron en edad legal. Esto representa el 64% de los 21 mil retiros por rentas vitalicias y retiro programado, registrados por la Superintendencia de Valores y Seguros en el período, cifra que hace cinco años alcanzaba a 54%, y que marca un valor histórico.

El fenómeno se relaciona con el continuo descenso de las pensiones anticipadas, es decir, antes de la edad legal (65 años en hombres y 60 en mujeres). En lo que va de este año, estos retiros ya suman 2.400, es decir, el 11% del total de los 21 mil retiros del período, anotando la cifra más baja en términos semestrales desde 2008.

El último mínimo fue el de 2009, cuando estos retiros llegaron al 18,5% del total del primer semestre, debido al impacto de la crisis financiera global en los fondos previsionales. En 2008 los retiros anticipados fueron el 20,9% del total del primer semestre.

En 2012 los retiros anticipados representaron el 13,06% del total del año; en 2011, el 18,5% y en 2010 eran el 26,9% del flujo anual de pensiones, de acuerdo a datos del Scomp.

La principal razón de los menores retiros anticipados está en el aumento de las exigencias para optar a ellos, además de la mayor conciencia de ahorro, dicen en la industria.

Los requisitos que se exigen

Según explican en la consultora previsional y de inversiones, Alfredo Cruz, actualmente para jubilar anticipadamente se debe contar con un monto acumulado de ahorro suficiente para obtener una pensión equivalente al 70% del promedio de las remuneraciones de los últimos 10 años.

La pensión obtenida debe ser también igual o superior al 80% de la pensión máxima con aporte solidario (PMAS), vigente. Es decir, considerando la PMAS de $266.731, la pensión mínima para poder jubilarse anticipadamente es de $213.384.

Otro factor clave es el reajuste del tope imponible desde 2010. Antes, cuando el tope imponible era de UF 60, el 70% del promedio de las remuneraciones imponibles de los últimos 10 años, para quienes estaban en este segmento, alcanzaba a 42 UF (unos $966 mil actuales). Pero junto al reajuste anual de este valor, de acuerdo al Índice de remuneraciones del INE, el promedio de remuneraciones imponibles de los últimos 10 años ha subido a UF 44,863 (o $1.030.400), lo que dificulta aún más cumplir las exigencias.

Más de 5 mil independientes renuncian a cotizar en las AFP ante el SII
Un total de 5.715 renuncias de trabajadores independientes para cotizar en la AFP registra el Servicio de Impuestos Internos (SII) en lo que va de este año tributario, es decir desde el 10 de junio pasado.

Este año, los independientes deben cotizar por el 100% de sus rentas, a diferencia de 2012, cuando el cálculo se hizo por el 40% de la renta imponible; y de 2013, cuando se hizo sobre el 70% de las remuneraciones imponibles.

Es, además, el último año en que estos trabajadores tendrán la opción de manifestar su renuncia a cotizar y evitar el descuento de los montos correspondientes a un año de cotizaciones, desde la devolución de impuestos.

En 2013, 898 mil independientes renunciaron a cotizar, cifra que fue 6% mayor a la del año anterior, cuando 843 mil independientes manifestaron su decisión de no pagar las cotizaciones en la AFP.

¿Por qué no cotizan?

Para el profesor de la Escuela de Gobierno de la Universidad Adolfo Ibáñez, Eduardo Fajnzylber, «la renuncia de tanta gente es consistente con el comportamiento que tradicionalmente ha exhibido este tipo de trabajadores: no cotizar». Ello debido a que el ahorro para pensión tiene menos prioridad que otras demandas usuales, como salud. A que se trata de un ahorro sumamente ilíquido, pudiendo hacerse uso de él solo al jubilar. Y, por último, porque las personas -sobre todo jóvenes- son imprevisoras.

Pese a ello, afirma que prefiere ver la experiencia de los últimos dos años como «un vaso medio lleno». «Todas las personas que no renunciaron son personas que ahorraron más para su vejez, solo producto de haber cambiado la opción desde ‘no cotizar’ hacia ‘sí cotizar’, y de las campañas publicitarias. Los que renunciaron simplemente se siguen comportando como antes».

Para la asesora previsional María Luisa Andueza, aunque el sistema tiene suficientes incentivos para motivar el ahorro -como la rentabilidad-, en Chile pesa más la baja valorización del ahorro y la visión del aporte previsional como menor ingreso líquido. «Falta información sobre estos beneficios, falta hacer fácil ahorrar», concluye.

También «faltan argumentos y disposición a escuchar, de parte de los futuros pensionados», agrega el asesor previsional Ronald Dempster, quien sostiene que una formación desde la infancia podría ser más efectiva en esa dirección.

898 mil trabajadores independientes renunciaron a cotizar en 2013, cifra que fue 6% mayor a la del año anterior, cuando 843 mil independientes manifestaron su decisión de no pagar las cotizaciones en el sistema de AFP.

100% de las rentas percibidas deben ser consideradas este año por los trabajadores independientes para calcular cuánto deben cotizar en el sistema de AFP. En 2012, en cambio, este cálculo se hizo solo sobre el 40% de la renta imponible y en 2013 correspondió hacerlo sobre el 70% del total de las remuneraciones imponibles.