Análisis de percepción de los sonidos entre la población:

Además, Santiago es la ciudad más bulliciosa. Experto advierte que se deben atacar la contaminación acústica y los malos hábitos auditivos de los jóvenes.

Por Carlos Said.

Cuatro de cada 10 antofagastinos dicen que su ambiente laboral es excesivamente ruidoso, e igual cifra de penquistas asegura tener problemas para dormir a causa de la bulla de la ciudad. Así lo revela un estudio nacional de percepción de sonidos, encargado por la empresa de audífonos ortopédicos Gaes, y que además califica a Santiago como la urbe más ruidosa.

De acuerdo al informe, en Antofagasta, el 38,3% de la población cree que su entorno de trabajo es ruidoso, y el 55,4% asegura tener problemas de concentración debido a los altos decibeles, siendo la ciudad que lidera estos ítems.

Por la noche, Concepción es la ciudad con más dificultades para dormir a causa del ruido: el 38% de los penquistas asegura sufrir esta molestia, siendo los principales responsables los gritos y voces en la calle (39%) y el paso nocturno del camión de la basura (22%).

Sin embargo, en su día a día, la ciudad más ruidosa es Santiago: el 63,8% lo percibe así, siendo que la media es de 45,8%. Una situación distinta es la de Viña del Mar, donde solo el 33,9% de sus habitantes cree que es un lugar bullicioso.

Causas del ruido

Una de las principales causas de contaminación acústica laboral en Antofagasta es la actividad minera y portuaria. De hecho, en la Seremi de Salud de la región dicen que efectivamente los trabajadores de la ciudad se ven sometidos al ruido de motores industriales, perforadoras y chancadoras.

La seremi Lila Vergara dice que en 2013 la autoridad fiscalizó en las empresas el uso de medidas protectoras para la audición, y este año ya han abierto dos sumarios en Ultraport (puertos) y AES Gener (energía) por faltar a la norma.

El responsable de calidad y audiología de Gaes, Luis Ortega, explica que «como esta es la zona minera de Chile, la población siente que de ahí viene el ruido más natural que encuentra».

Respecto de la situación de Concepción, donde los consultados afirman que les cuesta dormir por la bulla, Ortega dice que podría tratarse de un problema de sensibilidad.

«Acá en Santiago, que estamos acostumbrados a los ruidos, ya casi no nos molesta. Pero en ciudades como Concepción, donde la población tiene una calidad de vida mejor, se puede ser mucho más susceptible al ruido, ya que es algo subjetivo», analiza.

El director de Administración de Salud de la Municipalidad de Concepción, Gonzalo Urrea, concuerda con ello y atribuye el problema «al aumento demográfico del gran Concepción, donde han aumentado la locomoción colectiva, la presencia de vehículos, se está transformando en una gran urbe, y por eso la gente percibe los altos índices».

Para el presidente de la Sociedad Chilena de Otorrinolaringología, Carlos Stott, el ruido es un problema a atacar, pues «produce otras molestias, como el no poder dormir bien en la noche, el estar constantemente desconcentrado, e incluso a las personas les produce irritabilidad».

Según Stott, el ruido puede hacer que la gente pierda la audición entre 15 a 20 años antes de lo normal, que debiese ser cerca de los 60 años, y es un problema que podría aumentar entre los jóvenes, por el mal hábito de escuchar música a gran volumen.

De hecho, en el estudio, la mitad de los jóvenes reconoció escuchar música a niveles altos de volumen. «Vamos a tener una generación con muchos problemas auditivos, porque los audífonos se han extendido mucho y no lo escuchan a un volumen normal», dice.

74,6% de los encuestados afirma que las olas del mar producen el sonido más agradable, junto con la música (63,9%) y la lluvia (54%).

61,3% cree que el ruido producido por el tránsito es el más desagradable de todos, además del que proviene de construcciones (47,7%) y electrodomésticos (38,3%).

40,4% responde que «la voz de mis hijos» sería el sonido que más extrañaría si perdiera la audición, seguido por la música (24,2%).