Cifras de la Cepal revelan que la desaceleración del comercio exterior de América Latina y el Caribe continuó afectando la actividad portuaria al término de 2013.

Por Julián Mazzucco.

Chile ha diversificado su oferta portuaria, con lo cual ha podido contener la expansión de Callao y Guayaquil, y de esta forma mantener el liderazgo en el pacífico sur.

En efecto, según un informe de la Cepal, los dos principales puertos chilenos (San Antonio y Valparaíso) han logrado hacerle frente a sus principales competidores.

En los últimos años, el principal terminal marítimo de Perú se ha alzado como uno de los más importantes de la región, lo que gatilló que Chile buscara recuperar el liderazgo que alguna vez se tuvo con millonarias inversiones en sus dos principales puertos del litoral central.

No obstante, Rodolfo García, vicepresidente de la Cámara Marítima y Portuaria de Chile, los principales puertos del país no son comparables con el de Perú. “Callao mueve el 95% de la carga de Perú, lo que sería equivalente a la de Valparaíso, San Antonio, más San Vicente, Coronel y Lirquén juntos”, destaca el dirigente.

Además, García señala que con las nuevas concesiones entregadas por las empresas portuarias de Valparaíso y San Antonio, Chile quedaría con capacidad para atender la demanda por un largo plazo. “Con ambas concesiones nuevas y una vez que concreten sus inversiones van a permitir mover carga tranquilamente por los próximos doce años y, después de ello, tendría que venir el puerto de gran escala. El gobierno tendrá que decidir si se instalará en Valparaíso, San Antonio o en ambos puertos”, indicó.

No obstante ello, dentro de la industria se plantea que a pesar de la holgura en capacidad que entregarían estas nuevas obras, no se puede dilatar la definición del llamado Puerto de Gran Escala (PGE). La definición de dónde se construiría la obra, que costaría al menos US$500 millones, es una tarea que la actual administración ha anunciado que definirá antes de terminar el mandato.

“El desarrollo de la infraestructura portuaria es un proceso de varias décadas en el que, considerando los niveles de inversión requeridos y el crecimiento esperado de la demanda, se requiere avanzar en etapas, por lo que, sin duda, la planificación del sistema deberá considerar siempre nuevos emplazamientos”, señaló el ministro de Transportes, Andrés Gómez-Lobo.

Según estimó en su momento Empresas Portuaria de San Antonio (EPSA), la primera fase de este megaterminal podría ser inaugurada en 2023 y haría que el puerto movilice unos 2,6 millones de TEUs. Además, se señaló que dentro de las ventajas que tienen sus instalaciones para quedarse con esta obra están la superficie de respaldo de 70 hectáreas y sus facilidades de conexión a la Ruta 78.

Mientras, la estatal de Valparaíso postula que el Mega Puerto podría concretarse en el sector de Yolanda y proyecta que el movimiento anual podría ser de tres millones de TEUs.

A pesar de que Valparaíso proyecta mayor movimiento de carga, el ministro Gómez-Lobo aseguró que “es importante tener claro que la capacidad total final del puerto no es el único factor, son diversos atributos los que deben evaluarse. (…). Entre estos destacan, por supuesto, los anteproyectos portuarios, pero también la accesibilidad vial urbana e interurbana, conectividad ferroviaria, instalaciones de apoyo y relación ciudad-puerto, entre otros”.

Según el titular de Transportes, el ministerio está trabajando en los estudios para “habilitar esta infraestructura” en 2025.

Actividad.

La desaceleración del comercio exterior de América Latina y el Caribe continuó afectando la actividad portuaria al término de 2013, año en que anotó un crecimiento de 1,7%, según datos entregados por la Cepal. En la última edición de su ranking de movimiento portuario, señala que esta cifra confirma la declinación de la actividad en los puertos de varios países de la región. En 2010 y 2011 la expansión fue de 14% anual y en 2012 de 5,9%.

El ranking de movimiento de contenedores muestra el detalle de la actividad de este tipo de carga en 80 terminales de la región, cuyas operaciones alcanzaron en 2013 los 46,6 millones de TEUs (unidades de medición estándar, equivalentes a contenedores de veinte pies, o 6,25 metros).