Las microempresas, en tanto, solo alcanzan el 1,9% de la facturación

El 90% de los emprendimientos, además, deben cerrar en los primeros años, puesto que no resultan ser viables.

Por Pablo Obregón Castro.

El peso de las pequeñas y medianas empresas (pymes) sobre las ventas totales de las compañías a nivel local viene cayendo sostenidamente desde 1990, al grado que sus ingresos -medidos en UF- representan solo el 13,8% del consolidado nacional.

En 1990, en cambio, las pymes tenían el 20,2% de las ventas totales, según cifras elaboradas con estadísticas del Servicio de Impuestos Internos (SII).

Las microempresas, en tanto, experimentan un proceso similar: en 1990, sus ventas representaban el 5,5% del total, cifra que al 31 de diciembre de 2012 llegaba solo al 1,9%.

Junto con este retroceso de las microempresas y las pymes, las grandes compañías han ido ganando terreno: si en 1990 concentraban el 74,4% de las ventas del mercado local, ahora ostentan el 84,2%.

Las microempresas son aquellas que venden menos de 2.400 UF al año; las pymes son las que se encuentran en el rango de 2.400 UF y 100.000 UF y las grandes empresas, las que están por encima del umbral de las 100.000 UF al año.

Para Roberto Rojas, vicepresidente de la Unión Nacional de la Micro, Mediana y Pequeña Empresa (Unapyme), las cifras son reflejo de políticas públicas que, durante las última décadas, han favorecido la concentración en sectores que, tradicionalmente, estuvieron en manos de pequeños actores: en el comercio y en el transporte, por ejemplo, las microempresas tenían un espacio importante, pero lo han perdido a causa de los grandes operadores, dice el dirigente.

La subsecretaria de Economía, Katia Trusich, en tanto, también tiene una visión crítica de este proceso. A su juicio, hay tendencias estructurales que han jugado en contra de las pymes durante los últimos 30 años y que se determinaron con la apertura de la economía en 1985 y, posteriormente, con los acuerdos de libre comercio, los que -según Trusich- generaron importantes oportunidades de negocios para las grandes empresas, situación que no ocurrió con las pymes.

«Las pequeñas empresas no han sido capaces de generar un propio desarrollo exportador. Por el contrario, han debido sufrir una competencia creciente en sus mercados internos, de parte de los productos importados, provenientes fundamentalmente de los países asiáticos», señala la subsecretaria.

¿Y el boom del emprendimiento?

Cada año, unos 125 mil contribuyentes adquieren la clasificación de empresa vigente, según cifras del Servicio de Impuestos Internos. Sin embargo, unas 107 mil de ellas desaparecen.

¿Qué significa? Que los emprendimientos en Chile tienen escasas posibilidades de sobrevivencia: «Los estudios internacionales sobre el comportamiento de las pymes concluyen que de un 100% de empresas creadas, un 90% debe cerrar en los años siguientes. Esta situación también ocurre en Chile, donde no todos los emprendimientos resultan ser viables en el mercado», dice Trusich.

Con todo, Trusich considera positivo el programa ‘Tu Empresa en un Día’ que opera en el Ministerio de Economía: «Ha sido exitoso en la constitución de empresas y sociedades a través de internet, así como para dar el inicio de actividades en el Servicio de Impuestos Internos. En un año, por este sistema se han registrado 37.579 empresas».

Para facilitar el reemprendimiento, se ha creado la Superintendencia de Insolvencia -en reemplazo de la antigua Superintendencia de Quiebras- que se encuentra radicada en el Ministerio de Economía y que busca generar condiciones para que las pequeñas empresas que transitan por una situación de insolvencia puedan evaluar mejor su condición deudora y, en el caso de un eventual cierre, el empresario pueda volver a emprender, en un proyecto de negocio distinto.