Fin del boom inmobiliario, disminución en consumo interno y perspectivas internacionales poco auspiciosas complicarían crear 600 mil empleos en la administración Bachelet.

Crear 150 mil empleos al año. Esa fue la meta que comunicó este martes el ministro de Hacienda, Alberto Arenas, ante los integrantes de la Comisión de Hacienda del Senado en donde ayer hizo una larga exposición sobre la reforma tributaria.
Según lo explicado por Arenas, esta cifra se ubica dentro del promedio de la última mitad del gobierno anterior o al promedio entre 2006 y 2008, previo a la crisis. Con esto, durante la administración Bachelet se crearían 600 mil nuevas plazas, 400 mil menos que las prometidas por el ex Presidente Sebastián Piñera para su periodo.

Pese a ser una cifra menor al millón de empleos de Piñera, los economistas no creen que sea un objetivo fácil de alcanzar. El decano de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, Manuel Agosín, dice que «no sé de dónde salen (las metas), hay que tener algún modelito de cómo funciona la economía y de qué se espera que suceda los próximos años con la actividad económica».

Agrega que «la actividad económica no se ve muy pujante de aquí para adelante y eso puede explicar por qué la meta de creación de empleos es bastante más baja en la administración Arenas de lo que fue en la administración Larraín».

¿Meta realista? «La posibilidad de sorpresa va más bien por el lado de no crear esos empleos, porque la economía se está desacelerando rápidamente, las perspectivas para los años que vienen no son particularmente buenas y es bastante difícil llegar al fin del cuatrienio con 600 mil empleos creados; yo diría que por el contrario, la tasa de desempleo va a subir», responde. Explica que el escenario internacional no es positivo, la economía viene saliendo de un boom de consumo interno e inmobiliario «que se va a desinflar sí o sí». «La construcción emplea a mucha gente y cuando eso empieza a desacelerarse el empleo cae brutalmente como ya lo hemos visto en otras oportunidades».

Para el economista de Libertad y Desarrollo (LyD), Francisco Klapp, los 150 mil empleos es una meta realista, pero difícil de alcanzar. «Estamos en un mercado laboral que, si bien estamos tomando dinamismo, todavía está relativamente estrecho, entonces, crear tantos puestos de trabajo no es tan fácil. Especialmente, si vemos las cifras que llevamos seis meses creciendo al 2,6%».

«Es una meta relativamente ambiciosa, muy difícil de alcanzar si no se hacen algunos cambios estructurales», explicó.

Agregó que «ahora estamos con una economía que está con buenas cifras de empleo, pero que está creciendo muy lento y las perspectivas no son muy positivas para los próximos dos años al menos».