Algunos de los profesionales plantean dudas sobre las implicancias que habrá para la negociación interempresa y la figura de la Dirección del Trabajo.
Por Denisse Vásquez.
Una positiva acogida hubo entre expertos en materias laborales a la mantención del concepto de empresas y una definición más fina del empleador incluida en las indicaciones al proyecto de Multirut. En el extremo opuesto, surgieron dudas sobre la negociación interempresa y la efectividad a la hora de determinar si diversas compañías pertenecen a un mismo empleador.
Michel Laurie, senior manager Tax & Legal de PwC, valoró el avance en esta materia, que tantos años lleva tramitándose en el Congreso, así como la fórmula de que sean los tribunales quienes resuelvan o no la existencia de un sólo empleador respecto de dos o más empresas. “Un tercero imparcial resolverá una materia que por sí misma puede ser controvertida”, afirmó.
Una visión similar expuso Mauricio Peñaloza, socio de Consultoría en Human Capital de EY (ex Ernst & Young), quien también consideró positivo que la resolución se haya concentrado exclusivamente en los tribunales y no en la Dirección del Trabajo, ya que “permitirá que las partes involucradas puedan defender ante cada tribunal sus legítimas pretensiones”.
Por su parte, el investigador del Programa Legislativo de LyD, Sergio Morales, extrañó la inclusión de criterios técnicos que permitan determinar de manera imparcial y profesional la circunstancia de si varias empresas pueden ser consideradas o no como un solo empleador, refiriéndose al papel que jugará la Dirección del Trabajo.
“No hay ninguna garantía de que el personal técnico con el que cuenta la Dirección del Trabajo permita hacer el símil del comité de técnico o de expertos que es lo que se había propuesto anteriormente. Entonces, creo que este punto es revisable”, explicó.
Sindicato interempresa
El experto de LyD también indicó que se debe cuidar que la solución que se adopte no signifique “un nuevo impuesto al trabajo que genere un desincentivo a la contratación y de lugar a deficiencias al sector productivo”, al tiempo que agregó que pasar de un sindicato interempresa -que agrupe a trabajadores de las distintas empresas consideradas como una sola empresa- facultativo a uno obligatorio es conflictivo, puede generar incertidumbre e incluso huelgas.
Para Peñaloza que un sindicato interempresa pueda obligar a todas las empresas a negociar colectivamente en un solo proceso es uno de los cambios más importantes, pues -en su opinión- actualmente hay muchos casos en que esto no ocurre.
Laurie manifestó que existe una “crisis de confianza” de los trabajadores en materia sindical y que ello motiva que muchos trabajadores determinen no incorporarse a las organizaciones sindicales, indicando que se deben considerar también los factores extralegales envueltos en la materia.
Sanciones altas
Por último, respecto a las multas establecidas los expertos indicaron que son altas, tomando en cuenta que puede ser duplicada o triplicada en el caso de las medianas y grandes empresas.
“Ello creo que debe entenderse en el sentido de que la autoridad quiere dar una señal muy clara que los incumplimientos en esta materia serán duramente sancionados por la ley”, afirmó el experto de PwC.