Según cuentas nacionales del Banco Central:

En parte, inciden los mayores costos energéticos y salariales, que han afectado la producción del sector, dicen analistas. Al contrario, ganaron participación en el producto los servicios financieros y empresariales.

Por LINA CASTAÑEDA.

Las cuentas nacionales de 2013 publicadas por el Banco Central evidencian que continúa la pérdida de participación de la minería en el Producto Interno Bruto (PIB), mientras que los servicios financieros y empresariales ganan terreno.

En la medición del PIB a precios corrientes, la participación de la minería llegó a 11,1% el año pasado, tras alcanzar un peak de 20,7% en 2006.

Al analizar esta baja, el gerente de Estudios de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami), Álvaro Merino, hace ver que entre los años 2005 y 2012 se mantuvo prácticamente estancada en 5 millones 400 mil toneladas la producción de cobre, principal producto minero, que representa más del 90% del PIB sectorial. No obstante, el año pasado la producción se elevó a 5 millones 800 mil toneladas, lo que explica el crecimiento de 6,1% que registró la minería el año pasado, resultando uno de los sectores más dinámicos del año.

A diferencia de otros países, donde la parte extractiva de la minería se separa de la industrial, en Chile históricamente se contabilizan juntas en las cuentas nacionales, por la importancia de la actividad y porque es difícil separar ambas funciones.

Con todo, Merino destaca que en un horizonte de nueve años, entre 2005 y 2013, la participación de la minería en el PIB medido a precios corrientes alcanza un promedio de 15,3%. Y utilizando precios del año anterior encadenado (precios constantes), el peso promedio de la minería en los últimos nueve años se sitúa en 13,8%, habiendo llegado en 2013 a 12,1%.

«Esperamos y confiamos en que la participación de la minería en el PIB se incrementará paulatinamente, a medida que vayan entrando en producción los nuevos proyectos mineros», dice el ejecutivo de la Sonami.

Tres son los factores que inciden en la menor participación de la minería, señala Gustavo Lagos, académico del Centro de Minería de la Universidad Católica: exportaciones, totalmente dependientes del precio y de la producción; ingreso fiscal, dependiente de la producción, de los costos y del precio; e inversión, dependiente del precio futuro (expectativas), además del precio de la energía, la dificultad de aprobar los estudios de impacto ambiental y el valor del peso en relación al dólar.

Las proyecciones de un precio del cobre de US$ 3,25 la libra en 2014, en su opinión, hacen que el cobre reduzca su peso futuro en la economía chilena, ya que el aporte fiscal y las exportaciones no van a crecer sustancialmente, ni tampoco las inversiones.

A este precio, el resto de la economía va a aportar más al crecimiento que el cobre, lo que no significa que este dejará de ser importante, dice. Además, Lagos estima que este metal determina poco menos de un quinto del empleo en Chile mediante contrataciones directas, el empleo en empresas proveedoras de servicios y las industrias que trabajan para la construcción de las nuevas mineras, entre las que se cuentan la industria y la construcción.

La pérdida de competitividad que generan los mayores costos de energía y los mayores costos salariales son los elementos que están detrás de esta «desindustrialización» que ha ido más allá de lo razonable, dice Cecilia Cifuentes, investigadora del Instituto Libertad y Desarrollo (LyD).

Explica que es normal que cuando la economía se está desarrollando, los servicios crezcan más que las actividades productivas, pero su percepción es que en Chile se dio más allá de lo deseable.

El sector minero es el más afectado, agrega, porque sus costos se han triplicado en los últimos diez años por los temas energético y salarial y por la natural caída de la ley del mineral. La economista considera clave avanzar en mejorar la competitividad.

PROYECTOS

La Sonami confía en que a medida que vayan entrando en producción nuevos proyectos, la minería aumentará su participación en el PIB.

«Entre 2005 y 2012, la producción de cobre se mantuvo estancada en torno a 5,4 millones de toneladas, y en 2013 subió a 5,8 millones».

ÁLVARO MERINO
GERENTE DE ESTUDIOS DE LA SONAMI

«A este precio, el resto de la economía va a aportar más al crecimiento que el cobre, lo que no significa que dejará de ser importante. Igual determina poco menos de un quinto del empleo en Chile».

GUSTAVO LAGOS
ACADÉMICO DEL CENTRO DE MINERÍA UC

«Tenemos que revertir las relaciones de precios relativos para volver a ser competitivos. Es clave reducir los costos energéticos y tener flexibilidad laboral».

CECILIA CIFUENTES
INVESTIGADORA DE LYD

«El comercio no solo ha sido el sector con mejor desempeño dentro del área de servicios, sino que de todos los sectores económicos. Este crecimiento se debe al fuerte dinamismo de la demanda interna y la duración del último ciclo de consumo».

CÁMARA DE COMERCIO DE SANTIAGO (CCS)

Dinamismo en servicios financieros y empresariales
Los servicios financieros y empresariales tuvieron una participación de 19,1% en el PIB 2013 medido a precios corrientes y han ido elevando su peso desde el 12,7% que representaban en 1996.

Los servicios empresariales subieron su participación desde 12,2% en 2008 a 14,4% en 2013, mientras que los servicios financieros bajaron desde 5,2% a 4,7% en el mismo período. Estas cifras reflejan la dinámica proveniente de la actividad económica general, del fuerte ciclo de inversiones, del crecimiento del mercado inmobiliario y del crédito y de las tasas de creación de empresas, señala la Cámara de Comercio de Santiago (CCS).

Servicios básicos, construcción, transporte y comunicaciones, ligados a la demanda interna también muestran un alto dinamismo en los últimos cuatro años. El gremio destaca que el comercio no solo ha sido el sector con mejor desempeño dentro del área de servicios, sino de todos los sectores económicos, expansión que atribuye al fuerte dinamismo de la demanda interna y a la intensidad y duración del ciclo de consumo.