Helia Molina recalcó que dentro de los primeros cien días de Gobierno se nominará un grupo de comisionados para idear un nuevo proyecto de ley.

SANTIAGO.- La ministra de Salud, Helia Molina, entregó sus primeras definiciones tras asumir el cargo el pasado 11 de marzo, entre las cuales destaca la necesidad de «partir de cero» con la reforma a las isapres, aunque descarta terminar con el sistema privado.

En entrevista con «El Mercurio», la secretaria de Estado explicó que una de las medidas para los primeros cien días del Gobierno es nominar a comisionados para idear una nueva reforma a las isapres.

«Se partirá de cero con la Ley de Isapres. No hay mucho acuerdo con la ley que presentó el gobierno anterior, no ha tenido mayor repercusión en el Congreso, y la idea de la Presidenta es comprometerse a tener a mediados de año una propuesta concreta de un grupo de expertos transversal. Académicos, ex ministros, gente que venga del mundo de las isapres, y tener una ley que no sea lapidaria», indicó.

En esa línea, la salubrista expone que «las isapres tienen fines de lucro y lo defenderán, pero todo en la medida de lo posible. Lucremos, pero sin el nivel de discriminación que hay hoy. Debemos desarrollar una propuesta que termine con los abusos, pero no estamos hablando de terminar con el sistema».

Respecto de los principales puntos de la reforma impulsada durante el gobierno de Piñera, aseguró que «el Plan Garantizado de Salud no daba cuenta de todas las injusticias que se cometen con la gente», y respecto del IPC del ramo, afirma: «Voy a ser bien categórica: la idea que crea el IPC de la Salud es positiva, en la medida que los planes suban de acuerdo a lo que suben las cosas».

No obstante, advirtió que «este mes el indicador es sobre cinco puntos. Entonces, me parece que puede ser una herramienta de doble filo si no la manejamos de una forma más racional».

Según Molina, el hecho de que las isapres y clínicas sean controladas por los mismos grupos económicos, hace que el indicador se distorsione. «Podría ser útil para mí si no existiera la integración vertical. Porque al final, quienes suben los costos de los exámenes son los mismos que después aplican las alzas del IPC en los planes», indicó.

«La mayoría de las isapres tiene clínicas y laboratorios. Entonces, puede que los insumos que llegan estén más caros, pero quienes entregan las prestaciones son los mismos. Por eso, si no estuvieran integrados, el IPC estaría menos contaminado», enfatizó.

Venta de medicamentos

Respecto de la apertura de la venta de medicamentos, la titular de Salud afirmó que «no tiene ningún sentido o justificación vender medicamentos en supermercados, porque lo único que hace es favorecer la automedicación. (…) A mí me parece que el medicamento no es un bien de consumo como cualquier otro. Entonces, creo que no debe venderse así, en el retail, no».

Para la ministra, «el tema es cómo complicar la compra de medicamentos, no facilitarla, porque hay demasiada automedicación», y asegura que «si pudiera complicarla más, la complicaría».

Molina argumenta que si la medida busca mejorar el acceso en lugares distantes de los grandes centros urbanos, no lo consigue, porque «donde no hay farmacias tampoco hay supermercados. Si no hay negocio para uno, tampoco para el otro, y ahí el Estado puede suplirlo, porque existen los almacenes farmacéuticos. Hay figuras distintas que se pueden utilizar».