Estudio realizado en 2013 en más de 5.000 establecimientos:
El 20% de los edificios presenta algún grado de deterioro a nivel nacional. Las cifras son más altas en las regiones de Los Ríos y de Los Lagos.

Por Alejandra Muñoz C.

Presencia de depósitos de gases o líquidos inflamables, desniveles de terreno, líneas de alta tensión y canales o acequias abiertos. Esos son algunos riesgos presentes al interior de los colegios detectados en el primer catastro de infraestructura escolar realizado el año pasado por el Ministerio de Educación en los colegios municipales y de administración delegada del país.

La investigación -en la que participaron ingenieros, arquitectos y constructores- consideró a 5.156 establecimientos. Parte importante de ellos habían sido construidos durante la década de 1980, aunque también se detectaron recintos de los años 50, e incluso del siglo XIX. Las ampliaciones, en cambio, datan de la segunda mitad de los 90, en el marco de las construcciones para la jornada escolar completa.

Según los resultados preliminares del catastro, el riesgo más frecuente al interior de los colegios es la presencia de estanques de líquidos o gases inflamables o dañinos, situación detectada en el 34,4% de los casos. En la mayor parte de ellos, sin embargo, se tomaron medidas de mitigación para evitar problemas.

En el 32,9% de los más de 5.100 colegios revisados se detectó la presencia de desniveles de terreno de 50 centímetros o más, y en el 27,8% de los casos, los colegios tenía lugares de acopio de leña o escombros.

«Si bien se detectan riesgos en un sentido amplio, la gran mayoría de los establecimientos no tiene un índice que uno pudiera determinar que existe una situación de crisis en términos de infraestructura. Las situaciones están bien acotadas», afirmó Matías Lira, jefe de Planificación y Presupuesto del Mineduc.

El profesional agregó que parte de estos problemas se da en colegios rurales, que han tenido menor inversión en infraestructura debido a que la asignación de los recursos se realiza según la cantidad de alumnos que atienden los colegios.

En cuanto a las situaciones riesgosas que están fuera de los recintos escolares, la más frecuente -se detectó en el 49,5% de los recintos- era la cercanía de una vía de alta velocidad o mucho tráfico y la existencia de terrenos baldíos o sitios eriazos en las inmediaciones de los establecimientos.

Daños

Sobre la situación general de los colegios municipales, la gran mayoría no presenta señales de deterioro. El catastro de infraestructura detectó que el 80% de las construcciones se encuentra en buen estado y solo el 20% presenta problemas.

Estas cifras son más altas en el caso de las regiones de Los Lagos, donde el 32,6% de la edificación presenta deterioro, y en la de Los Ríos, donde los problemas están presentes en un cuarto de los edificios.

La mayoría de los colegios están edificados en albañilería armada o reforzada (cerca del 30% de los locales), mientras que en el 18% de los casos la construcción era de madera.

Matías Lira explicó que están analizando esta información, con el fin de dejarla como insumo para orientar el gasto en infraestructura en los próximos años. Para este ítem hay un fondo de $78 mil millones.

«Se puede minimizar el riesgo de los establecimiento, mejorar la dignidad de los servicios higiénicos, que también se detectó», dijo el jefe de Planificación.

MAYORÍA

de los problemas se presenta en escuelas rurales, pero se han tomado medidas de mitigación.