En 2005 se prohibió por ley que las isapres inviertan en prestadores de salud, sin embargo la integración vertical sigue funcionando en el sector a través de los holding, con una concentración de 42% del mercado por parte de estos.

La prohibición de esta integración en la salud privada, derivó en la creación de los holdings controladores de isapres y prestadores, ya que se especificó que las isapres tendrían por objeto exclusivo “el financiamiento de las prestaciones y beneficios de salud”. A raíz de esto, en adelante no podrían participar en la ejecución de prestaciones y beneficios, ni participar administrando instituciones prestadoras. Con el sistema de holdings, según la superintendencia de Salud, actualmente los propietarios de las Isapres controlan el 42% del mercado de los prestadores. Y no por nada la Fiscalía Nacional Económica definió el sector salud entre aquellos a los cuales prestará especial atención.

Concentración del Mercado

Según Manuel Inostroza, académico del Instituto Salud y Futuro de la UNAB, y ex superintendente de Salud “hoy existe un sistema que se está concentrando y es poco transparente en los precios”. Esto ocurriría porque en Chile se prestan los servicios de salud bajo el mecanismo denominado fee for service, donde se remunera cada examen, acto médico o procedimiento realizado, que depende de la demanda de servicios, lo que hace que sea un sistema de pago por metas cumplidas. Uno de los mayores problemas que tiene, según Inostroza, es que “genera demanda innecesaria”. Por ejemplo, si una clínica necesita más utilidades, le pide al médico que solicite más exámenes”. Ocurre que la integración vertical tendería a incrementar estas prácticas, por la concentración del mercado. Según, la superintendencia de Salud, existen holdings con participaciones directas en prestadores, que llegar al 99.99% de control directo. Además muchas tienen participaciones indirectas en sociedades, con concentraciones relevantes. Reynaldo Gheza, magister en Administración en Salud,también de Salud y Futuro, explica que si bien la estructura del holding es legal “no respeta el sentido de la ley que no era otro que diferenciar a prestadores de aseguradores de modo de evitar que el asegurador regule los precios, para introducir competencia al mercado. La integración vertical favorece la pérdida del profesionalismo médico y no existe estímulo para las aseguradoras en cuanto a prevenir la enfermedad, ya que al contar con prestadores propios, el uso masivo de servicios por parte de los afiliados se vuelve una fuente importante de ingresos. “El mercado chileno es pequeño lo que favorece la concentración, aunque hay que ver qué sucederá con la llegada de inversionistas extranjeros”, señala Gheza. Otro problema, según su opinión, es que la concentración del mercado hace que desaparezcan prestadores que no pueden competir, no por precio o calidad, sino “porque no captan clientes ya que estos son guiados a un prestador preferente, generalmente relacionado con la Isapre”.

Reformas

Los especialistas concuerdan en que debe reformarse el sistema de salud de modo de evitar la integración vertical. El investigador, Héctor Sánchez, afirma que la integración vertical en sí, no es dañina y puede ser muy virtuosa. “Esta permite contar con modelos de atención más inteligentes, que permiten una mejor solución costo- efectividad. Lo que sí, no debe haber fee for service. La concentración tampoco es maligna, mientras más poderosa es una red, mejor será el seguro y favorecerá a los usuarios. Manuel Inostroza, señala que “la mejor solución sería regular los mecanismos de pago, para obligar a que Isapres y prestadores compartan el riesgo”.

Inostroza cree que no debe eliminarse definitivamente la integración vertical, pues esta seguiría funcionando, con instituciones espejo, que burlen la ley. “Se puede mejorar el sistema mixto, con aseguradoras públicas que compitan con las privadas”, comenta. Por su parte, Reynaldo Gheza propone el mantenimiento del sistema pero con modificaciones para controlar dicha integración. “Creo que se debe evitar que los usuarios sean dirigidos hacia un prestador usando el mecanismo de copagos más bajos, lo lógico es que los copagos sean similares”.