En el marco de la presentación del Estudio Económico Chile 2013, el secretario general de la OCDE entregó las recomendaciones para nuestro país, donde destacan desafíos en materia laboral y tributaria. Además, recortó la estimación para el PIB 2013 a 4,2%.

Halagos y desafíos dejó el primer día de la visita del Secretario General de la OCDE, Ángel Gurría a nuestro país, en el marco de la presentación del Estudio Económico de Chile 2013 (Economic Survey) que realiza el foro internacional.

Informe que si bien resalta los grandes avances en materia de estabilidad macroeconómica y financiera de nuestro país desde su ingreso a la OCDE en 2010, también entrega detalles de los retos que tiene Chile por delante.

En tanto, la OCDE también entregó sus proyecciones para la actividad local, donde reveló un recorte en sus estimaciones para el PIB de este año, pasando de 4,9% (en mayo pasado) a 4,2%, desaceleración basada fundamentalmente en la moderación de la inversión y la menor contribución desde el escenario externo.

«Chile ha hecho grandes avances desde que se incorporó a la OCDE. Elogiamos su compromiso con el libre comercio y la inversión, lo que pone al país a la par de otras grandes economías de la Alianza del Pacífico. Este compromiso, junto con el diseño de políticas públicas sólidas, contribuirá a que la economía de Chile se acerque al PIB promedio de la OCDE. El reto que el país deberá afrontar es asegurar que estos excelentes resultados económicos redunden en beneficio de todos los chilenos», expresó Gurría en la presentación del estudio, en el Ministerio de Hacienda.

En ese sentido, entre las recomendaciones realizadas por la organización a nuestro país, destacan la desigualdad, el aumento del gasto en investigación y desarrollo, y la baja tasa de participación femenina en el mercado laboral.

Al respecto, el ministro de Hacienda reconoció que aún hay temas pendientes, pero recordó que es distinta la comparación de los indicadores con los países OCDE, que con las naciones emergentes o de la región.

«Cuando Chile entró a la OCDE, sabíamos que nos incorporábamos, no a un club de países ricos, porque esa es la caricatura de la OCDE, sino que a un club de las mejores prácticas y también a un organismo que nos ponía requisitos y exigencias mayores», señaló, agregando que «los chilenos son suficientemente sofisticados como para poder distinguir entre los análisis interesados políticamente y muy poco objetivo que a veces tenemos, especialmente en las coyunturas electorales con los análisis objetivos como el de la OCDE, donde hay un reconocimiento a los logros, pero también donde se marcan los desafíos del país».

SOLIDEZ MACRO

Sin duda, la mejor ‘nota’ que sacó el país en la revisión de la OCDE, es en el manejo económico, donde el secretario general incluso felicitó a Chile por su solidez macroeconómica y financiera.

«La solidez de las políticas macroeconómicas, y el auge de la comercialización de productos básicos, han entrado las bases para que Chile experimente un excepcional período de crecimiento económico y generación de empleos», sostiene el informe.

En esa línea, la recomendación es «a mantener el sólido marco de políticas macroeconómicas», y a que «las metas presupuestarias de mediano plazo sean coherentes con el mantenimiento de una posición financiera neta robusta».

Sin embargo, también apunta a la necesidad de avanzar hacia la equidad.

«Chile sigue teniendo desigualdades preocupantes, considerando que junto a México son los países más desiguales de la OCDE», afirmó Gurría.

REVISIÓN TRIBUTARIA Y NO A LA GRATUIDAD EN EDUCACIÓN

Ángel Gurría, se refirió al sistema tributario chileno y sus eventuales cambios, como una posible eliminación del Fondo de Utilidades Tributables (FUT).

En esa línea, advirtió que «el FUT es un tratamiento que sirvió para privilegiar la inversión en algún momento dado. En estos momentos hay que revisarlo para ver si todavía cumple el propósito para el cual fue creado finalmente».

Respecto al sistema, sostuvo que «lo que hay que hacer siempre es ver cómo se pueden simplificar los sistemas de impuestos, cómo se pueden hacer más transparentes, cómo se pueden hacer más universales en su aplicación, que tenga el menor número de excepciones, el menor número de exenciones, el menor número de privilegios fiscales, el menor número de agujero».

En tanto, señaló que «para las empresas, 25% sigue siendo una tasa muy baja. Muchos países tenían 30% o 28% y su objetivo es llegar a 25%. Si uno pudiera cobrar 20% sobre todo a las utilidades, sería una maravilla, pero el problema es que acaba uno cobrando mucho menos».

Gurría, explicó además que «en impuestos al consumo la tendencia va hacia arriba, el IVA típicamente. Mientras que en impuestos verdes a las emisiones y en impuestos a la propiedad raíz, el inmobiliario y luego un impuesto al agua».

En la oportunidad, también se refirió a las reformas educacionales para avanzar hacia mayor calidad, aunque enfatizó que «el gasto hay que graduarlo de acuerdo a la necesidad, pero gratuidad per sé, de hecho, resulta un poco al revés de lo que uno quiere lograr», manifestando que es regresivo.

REFORMAS AL MERCADO LABORAL

En el ámbito laboral, Gurría destacó las cifras de creación de empleos en esta administración (830 mil aproximadamente) calificándolo como «envidiable», al comparar con el resto de los países miembros de la OCDE. Sin embargo, el estudio de la entidad internacional también entrega recomendaciones en esta área, sobre todo, en cuanto a la participación laboral femenina y juvenil.

En este contexto, el estudio señala que se debe «incrementar la participación de las mujeres en la fuerza laboral mediante la expansión de servicios de cuidado infantil de alta calidad, la promoción de un horario flexible de trabajo y la provisión de permisos de paternidad no transferibles».

Frente a los obstáculos de reinserción laboral de la mujer, el informe destaca la extensión del posnatal, pero advierte de algunas consecuencias: la adopción de permisos por maternidad más prolongada corre el riesgo de reforzar el papel tradicional de la mujer en el cuidado infantil.

En este contexto, el ministro del Trabajo, Juan Carlos Jobet, destacó el proyecto de sala cuna universal que se encuentra en el Congreso, asegurando que el informe de la OCDE respalda las políticas dirigidas hacia la participación laboral de la mujer.

«La OCDE muestra que es acertado lo que estamos haciendo, porque es una política (sala cuna) que apunta a ayudar a la mujer para que se integre al mercado laboral cuando lo quieran hacer. Los números de la OCDE muestra que (cuidado infantil) es una de las principales barreras de entrada para que la mujer se integre al trabajo», dijo Jobet.

Además, el organismo que agrupa a 34 países recomendó mejorar los servicios públicos de empleo y los sistemas de capacitación que ayudaría a los jóvenes y a las personas menos calificadas a encontrar un trabajo.

También sugirió que el salario mínimo para jóvenes se ampliara hasta los 25 años, y no sólo hasta los 18, como sucede actualmente, ya que se considera como barrera a la contratación de jóvenes.

En este contexto, el ministro del Trabajo recordó que actualmente en el Congreso se está discutiendo el proyecto de contrato especial para jóvenes que estudian y trabajan, y la adaptación laboral en el sector turismo.

Respecto a la capacitación, la autoridad dijo que prontamente se presentará el proyecto que reforma el sistema de capacitación (Sence) y agregó que se ha evaluado la externalización de los servicios de intermediación laboral. «Es algo que estamos estudiando, ya que ha surgido la discusión a raíz de la reforma al seguro de cesantía, y nosotros creemos que hay espacio de mejora», sentenció.

MAYOR GASTO EN I+D

Otro punto relevante para la OCDE, es la baja inversión que el país tiene para investigación y desarrollo, donde la recomendación está dirigida a la creación de un ministerio de la Innovación, con el objetivo de evaluar con regularidad los programas de innovación, cerrando los ineficientes y ampliando aquellos cuya eficacia haya sido demostrada.

Sin embargo, el secretario general de la OCDE, apuntó también a la falta de compromiso del sector privado, considerando su bajo aporte en este ámbito.

En el lado bueno, el informe valoró considerablemente los logros del programa Start-Up Chile, haciendo hincapié en la necesidad de potenciar este tipo de iniciativas.