Runners sanos, pero inexpertos, mostraron menor función cardíaca y mayor inflamación del corazón hasta tres meses después de correr.

Los 5K, 10K o más kilómetros son maratones recreativas cada vez más comunes en todo el mundo. Pero no basta con las ganas y un buen par de zapatillas. Es necesario estar bien entrenado, no sólo para evitar lesiones, sino para no exponerse a problemas cardíacos. Así lo advierte un estudio del Instituto Universitario de Cardiología y Neumología de Québec, que indica que los corredores no profesionales luego de un maratón pueden presentar una disminución de la función cardíaca y un aumento de inflamación del corazón, condición que se mantiene por cerca de tres meses.

Un corredor recreativo, explica a La Tercera Eric Larose, del Instituto Universitario de Cardiología y Neumología de Québec, y autor del estudio, es aquel que corre por diversión o salud, pero no como medio de vida. “Los corredores profesionales corren en promedio ocho horas a la semana y 60 kilómetros por semana”, indica.

Efectos acumulativos
En el estudio fueron evaluados 20 corredores recreativos y profesionales de entre 18 y 60 años que participarían en la Quebec City Marathon. Ninguno presentaba enfermedad cardiovascular ni estaba con tratamiento farmacológico. A todos ellos los analizaron seis a ocho semanas antes del maratón, el mismo día, y 48 horas después del evento, con resonancia magnética y muestras de sangre.

El estudio mostró que la competencia tuvo diferentes efectos en los corazones de los corredores, cuenta Larose. Los corredores menos entrenados tenían una disminución de la función cardíaca y un aumento del edema (inflamación) del corazón, efecto que fue temporal y volvió a la normalidad tres meses después de la carrera.

Un cambio que no se vio en los corredores profesionales o más entrenados. “Los corredores menos aptos y que no están bien entrenados presentan cambios temporales en el corazón, pero asociados a un mayor riesgo cardíaco a corto y largo plazo”, dice.

Cuidados previos
¿Cómo cuidarse? Primero, antes de decidirse a participar de un maratón, hay que ir al médico para descartar cualquier enfermedad cardíaca de base. “Si la persona está saludable, a continuación debe llevar a cabo un programa de entrenamiento completo en el año anterior a la carrera. Esto, para aumentar el recorrido de fitness y conseguir una formación máxima adecuada. Durante el día del maratón, también es importante escuchar al cuerpo y establecer metas realistas y sin exceso”, dice Larose.

Patricio Venegas, cardiólogo de Clínica Las Condes, dice que ir al médico no es un trámite a obviar, ya que muchas veces las personas tienen cardiopatías y alteraciones a nivel eléctrico o membranas que no han sido diagnosticadas y esa inflamación que se produce durante el maratón en el corazón podría desencadenar un evento, como arritmia o muerte súbita.

“Todo aquel que considere correr un maratón debe ser una persona activa un año antes, y seis meses antes debe correr como mínimo cuatro días a la semana por lo menos una hora”, aclara.

El cardiólogo dice que cuando no hay un entrenamiento adecuado los músculos no aguantan ese trabajo tan intenso. Algo que se replica con el corazón, pese a que este órgano está más acostumbrado a un trabajo incesante.

“Los grandes atletas no tienen daño, porque se han adaptado al estrés del ejercicio intenso. Al estar entrenados toleran y tienden a tener poco impacto”, aclara Venegas.