En diciembre de 2012 me dieron una licencia por estrés, pero la isapre la rechazó por considerarla una enfermedad profesional, ya que soy profesor. Tuve que ir a la mutualidad, instancia donde también objetaron el reposo, estimando que era una patología común.

Acudí a la Superintendencia de Seguridad Social a entregar mis antecedentes, incluyendo certificados previsionales y, hasta la fecha, no he tenido respuesta. De hecho, me dijeron que se demora… ¡cuatro meses!

Cristián Paul Guajardo

Línea Directa, El Mercurio.