Un estudio del economista del CEP, Sergio Urzúa, asegura que la estructura familiar es fundamental en el desarrollo a nivel escolar y laboral. Por ejemplo, al crecer sin padre ni madre, la pobreza podría alcanzar un 17% en el hogar.

El aumento DE la riqueza no significa que la pobreza disminuya. La aseguradora Allianz dio a conocer un estudio donde Chile lideraba el ránking de riqueza en América Latina, con un patrimonio per cápita de US$14.782. Sin embargo, y a pesar de los buenos resultados, Chile se encuentra entre los países con un alto grado de desigualdad en cuanto a distribución de ingresos, según organismos internacionales.

Pero para entender esa desigualdad hay que ir al origen. Para el economista jefe del área de políticas sociales del Centro de Estudios Públicos (CEP), Sergio Urzúa, el problema de la desigualdad social tendría su origen en la composición familiar y su nivel de estudio.

«Lo que ha pasado es que la brecha entre las personas que crecieron con ambos padres y los que crecieron con sólo uno de ellos o con ninguno de sus dos padres, no se ha cerrado. El hecho que no haya nada en el sistema que cierre este paralelismo en 60 años, es una mala señal de cómo ha funcionado el sistema educacional. El sistema educacional debió haber permitido que estas diferencias no existiesen, y no ha ocurrido», dice el experto durante una exposición realizada en el CEP.

Los datos de la última encuesta Casen 2011, señala que los hogares compuestos por una madre y un padre cayeron 10 puntos, mientras que aumentaron a 1.850.000 los hogares monoparentales y unipersonales.

Además reveló que la familia tipo de hace 20 años, compuesta por los padres y dos hijos, ya no es mayoritaria. Al contrario, el hogar se achica y envejece: en casi la mitad de los hogares no hay un menor de 18 años.

Estos datos resultan problemáticos para la tesis que postula Urzúa. De acuerdo al economista, al analizar los ingresos autónomos (con datos de la Casen) de las personas en función de la estructura del hogar a los 15 años, si una persona creció sin padres tiene hoy un ingreso un poco mayor a los $300 mil. A su vez, si una persona creció con ambos padres sus ingresos son sobre los $500 mil (ver gráficos).

«Uno puede decir que es el sistema educacional lo que significó que esta brecha se genere, pero lo que sí sabemos es que no hay nada en el sistema que haya ayudado que esta brecha se cierre», aseveró.

Asimismo, Urzúa comparó los ingresos autónomos en función de la educación de los padres. En este sentido, explicó que el nivel de ingreso de aquellos individuos con padre y madre con menos 12 años de escolaridad, llega a los $250.000, en cambio con más de 16 años de escolaridad (título universitario), este ingreso alcanza $1.500.000.

«Este es el retorno a tener padres más educados. Este es el impacto intergeneracional que puede tener la estructura del hogar en cuanto a la desigualdad que encontramos hoy», dijo.

Esta estructura del hogar y el nivel educacional que alcanzan las familias también tendrían una incidencia en los porcentajes de pobreza. Analizando la composición familiar del jefe del hogar a los 15 años, al crecer sin padre ni madre la tasa de pobreza de la familia hoy es cercana al 17%; comparada con un 14,4% de la pobreza a nivel agregado. Al mismo tiempo si creció con ambos padres, su nivel de pobreza está en torno al 13%.

MERCADO DEL MATRIMONIO
Para Urzúa claramente la composición familiar y sus factores de escolaridad, están incidiendo en las desigualdades.

«El aumento en cobertura puede generar desigualdad porque hace 30 años una persona que tenía título universitario iba a poder entrar a un mercado del matrimonio con gente que tenía educación secundaria o incluso menos, y era probable que personas con 17 años de escolaridad se casaba con gente de 11 años de escolaridad. Bueno, eso hoy en Chile no está ocurriendo», aclaró el economista.

Un ejemplo de esto es que hoy, según el experto, si una persona tiene menos de 12 años de escolaridad, en función al jefe de hogar, tiene un 80% probabilidad emparejarse con alguien que tiene menos de 12 años de escolaridad. La probabilidad que tenga una pareja con 17 años de escolaridad, es prácticamente cero.

Esta idea del mercado del matrimonio, también incidiría en los ingresos per cápita por hogar.

«Los solteros bien educados (16 años de escolaridad y más) estápercibiendo $900.000 aproximadamente. Eso cae a $352.000 si tengo una pareja con 12 años o menos de escolaridad; ahora esa combinación ha ido disminuyendo en el tiempo. Aquellos que se casan con gente más educada, tienen $800 mil de ingreso per cápita del hogar», expuso.

Esto, también tiene una influencia en los niveles de pobreza. Las personas, dice el análisis de Urzúa, que no tienen pareja con una tasa de escolaridad menor a 12 años la pobreza podría alcanza el 21,9%. Estos porcentajes van cayendo en la medida que crecen los años de escolaridad.

«Cómo ha cambiado la estructura del hogar en Chile tiene consecuencia en el cálculo de pobreza. Este es un problema estructural y el mismo del desarrollo país, que está generando estas desigualdades», sentenció.

DESIGUALDAD EN LA EDUCACIÓN
Esta composición familiar también sería una de las causas del rendimiento escolar. Uno de los datos que ya se conocen es la conformación de los colegios respecto al 10% con mejores resultados del Simce y el 10% con peores resultados.

En el primer caso, y de acuerdo al Simce 2002 para 4tos básicos, un 58,51% corresponde a colegios privados; un 33,51% a particular subvencionados; y sólo un 7,98% son establecimientos públicos. En el otro extremo, del 10% con peor rendimiento, un 62,65% son escuelas públicas; un 36,64% particular subvencionado; y un 0,71% son privados.

¿Cómo incide la estructura del hogar en estos resultados? Respecto al 10% con peores puntajes Simce, el 56% no tiene ni padre ni madre con un título secundario. El 1,2% de tienen padre y madre con más de 12 años de escolaridad.

En el caso del 10% con mejores resultados, el 86,1% tienen padre y madre con más de 12 años de escolaridad.