La seguridad laboral probablemente no será un tema del que se les pregunte a los presidenciables. Quizás, porque funciona bastante bien. Sin embargo, el rescate de los mineros en octubre de 2010 encendió el debate sobre las condiciones laborales en las pymes.

Hoy, los empleadores y las autoridades ponen énfasis en la prevención de accidentes laborales. Las empresas y trabajadores adheridos al sistema de mutualidades el año pasado bajaron la tasa de accidentalidad laboral a 4,9% y este año seguirá bajando. Cerca del 90% de las empresas adheridas a las mutuales tienen 100 o menos trabajadores, mejorando los resultados de los planes preventivos.

Pero aún estando frente a un sistema exitoso quedan desafíos. El gobierno ha impulsado varias reformas legales: una a la ley de accidentes del trabajo (16.744) que está en la Cámara de Diputados; una de los gobiernos corporativos que está en el Senado; modificaciones a la reforma previsional para la incorporación de los trabajadores independientes al seguro de accidentes laborales, y la recién aprobada ley que modifica la Superintendencia de Seguridad Social.

Este debate seguirá en el Congreso durante la próxima administración. La modificación a la Ley 16.744 está partiendo y es un proyecto sustancial, con medidas muy positivas, como la obligación de las empresas de contar con instrumentos modernos de prevención de riesgos; el ordenamiento de la fiscalización (precisamente lo que falló en la mina) y el término de la distinción de obrero y empleado, que permitirá ofrecer mejores prestaciones médicas a los apro- ximadamente 900 mil trabajadores del Instituto de Salud Laboral.

Como todo sistema, este es perfectible. Pero algunos tópicos de dicha reforma tendremos que verlos con mayor detención. Luego, será uno de los desafíos para el próximo gobierno.

Ernesto Evans Espiñeira

Presidente Mutuales AG