Entre enero y junio, plan sumó 1,4 millones de casos nuevos, triplicando tasa normal de crecimiento. Consejo consultivo inició una revisión de ocho patologías para evaluar plazos y tratamientos.

Puesto en proporciones, se podría decir que todo habitante en Chile ha usado el programa. Eso, pues el Plan Auge acaba de superar los 18 millones de atenciones, a ocho años de su puesta en marcha como modelo de priorización de las enfermedades con mayor prevalencia en el país.

El plan, que se inició a mediados de 2005 con 25 enfermedades, hoy suma 80 problemas de salud, con plazos acotados para su diagnóstico, tratamiento y resolución. Según el balance del Ministerio de Salud, al 15 de septiembre pasado se habían realizado 18.322.277 prestaciones Auge.

“Históricamente se incorporaba medio millón de personas cada año al programa, unos 500 mil nuevos casos, pero en el último semestre ingresaron poco más de un millón 400 mil. Creemos que eso es por el Bono Auge, que estimula a la gente a reclamar sus derechos”, dice Emilio Santelices, presidente del Consejo Consultivo del Auge, aludiendo al efecto del sistema bono, que opera derivando al paciente a un segundo prestador cuando los plazos de atención se han sobrepasado. La lista de 18 millones de tratamientos Auge realizados a la fecha está liderada por nueve problemas de salud que concentran el 72% de las atenciones realizadas (ver lista).

El plan, que costó $ 770 mil millones en 2012, tiene proyectado un gasto de $ 840 mil millones este año, impulsado por la inclusión de 11 nuevas garantías y el ingreso de 700 mil personas. Un efecto de esta ampliación fue el aumento de retrasos en algunas garantías, que fijan límites que van desde una prestación inmediata a tres meses para la realización de exámenes. Con todo, el balance del segundo trimestre de este año arroja que los cumplimientos; es decir, las enfermedades atendidas dentro de las fechas, llega al 97,39 %, mientras que las resueltas fuera de plazo alcanzan un 1,85%. De estas últimas, son los diagnósticos de cataratas, vicios de refracción, prevención secundaria de la insuficiencia renal crónica, cáncer cervicouterino y colecistectomías las que lideran los retrasos. “La mayor parte de estas enfermedades se resuelve antes de los treinta días y un número muy menor se traspasa al mes siguiente. Contrario a las críticas surgidas, el Auge tiene un muy buen porcentaje de cumplimiento en los plazos”, agrega Santelices, quien explica que el grueso de las atenciones -el 71%- se hace en la red primaria de consultorios.

EVALUACION

Con el Auge ampliado en marcha, Salud inició un estudio de ocho garantías para determinar si la efectividad de los tratamientos, la implementación, el costo efectividad y los resultados clínicos son los que se buscaban. “Hemos recibido información de especialistas que dicen que estamos llegando tarde a algunos diagnósticos y que se debieran tomar medidas más precoces ”, explica Santelices.

Así, los patologías Auge en estudio son la enfermedad renal crónica, la diabetes, cáncer de mamas, tratamiento quirúrgico en cataratas, prótesis totales de cadera en personas de 65 años y más, colecistectomía, artrosis de cadera y rodilla y trastornos de generación del impulso y conducción en personas que requieren marcapaso. A partir de los resultados, que estarán concluidos a finales de año, se resolverá si corresponde modificar algunos de los plazos de atención, incluir exámenes o prestaciones, o rebajar la edad mínima fijada para los tratamientos, entre otros.

“Esto forma parte del control habitual de calidad, para introducir a los Auge vigentes las correcciones necesarias que mejoren los años de vida salvables, poniendo al día el diagnóstico, el tratamiento e incorporando estrategías terapéuticas ”, dice el subsecretario de Redes Asistenciales, Luis Castillo. Agrega que tras esos resultados se podrán medir los efectos de la inclusión de la enfermedad y se definirá si corresponde actualizar las guías clínicas de tratamiento.