Gobierno trabaja en propuesta que Aumenta contribución
Estudio de UAI señala que demanda de trabajo de hombres es más inelástica por lo que no se vería afectada por aumento de costos laborales.

Frente al problema de la insuficiente acumulación de ahorro para la pensión al momento de jubilar, ya sea por la baja densidad de cotizaciones o el aumento de las expectativas de vida, una solución que alcanza consenso entre los distintos sectores es el aumentar la tasa de cotización.

Si bien hasta ahora muchos concuerdan en que la tasa de cotización debiera subir desde el 10% actual hasta un 13%, también existe acuerdo en que ésta podría tener efectos negativos en la empleabilidad y los salarios.

“Inicialmente habrá un shock porque implica mayores costos laborales… Puede generar un aumento en el empleo informal y hay que mencionarlo como posible costo. Pero creo que el beneficio es mucho mayor”, dijo el académico de la PUC Klaus Schmidt-Hebbel en una reciente entrevista al DF.

Magnitud del efecto

Frente a este escenario, el Centro de Políticas Laborales de la Escuela de Gobierno de la UAI hizo un estudio, a cargo de los académicos Andrea Repetto y George Vega, respecto de cómo podría verse afectado el mercado laboral con el aumento en un punto porcentual de la tasa de cotización. Y las conclusiones son claras.

Según relata el reporte, el cual tomó varios escenarios posibles, “los resultados indican que prácticamente en todas las combinaciones de parámetros, elevar la tasa de cotización también eleva las pensiones, aunque en general el efecto es inferior al alza en la contribución”.

Esto, quiere decir que al aumentar la tasa de contribución aumenta los costos laborales. Situación que inevitablemente tiene un efecto negativo en la empleabilidad y de los trabajadores así como en los salarios. Situación que en el largo plazo podría incluso provoca que el aumento de la tasa de cotización no genere todo el efecto deseado en las pensiones futuras.

Y es que el incremento del desempleo o una baja en los salarios provocado por el mayor costo laboral que implica aumentar la tasa de cotización, produce un menor ahorro.

Los más afectados

De acuerdo al informe, dentro de este ejercicio quienes verían más afectada su empleabilidad y salarios son los trabajadores jóvenes, las mujeres y aquellos que ejercen labores menos calificadas.

“La oferta laboral de los hombres adultos es bastante inelástica, no así la de las mujeres, en especial la de mujeres casadas y casadas con hijos. Por esta sola diferencia es de esperar que los efectos favorables sobre las pensiones de estos grupos de trabajadores de elevar la contribución sea menor”, señala el reporte.

Y según complementa Andrea Repetto, “por diversos motivos, los trabajadores más jóvenes, los menos calificados, y también las mujeres, enfrentan un mercado laboral en el que la demanda es relativamente más sensible a los salarios. Lo mismo sucede con su oferta de trabajo (sobre todo jóvenes y mujeres). 
Todo ello hace que el empleo de ellos sea mucho más sensible al 
costo laboral y los salarios, poniéndolos en desventaja ante estas alzas”.

A esto, la académica agrega que entre las medidas posibles a considerar frente al aumento de la tasa de cotización están el aumento de la competencia entre las AFP, lo cual permitiría bajar las comisiones, rebaja que podría traspasarse directamente a los fondos. A lo que se suma la posibilidad de robustecer el subsidio a la cotización previsional de los trabajadores jóvenes, así como el Bono al Trabajo de la Mujer, del Ingreso Ético Familiar.

Mayor competencia podría aminorar efecto negativo

Andrea Repetto, académica de la UAI.
Frente a los efectos negativos en la empleabilidad que provocaría subir la tasa cotización, los especialistas coinciden en que el alza debería ser gradual. A ello, se suman medidas específicas que podrían implementarse para enfrentar los efectos adversos en grupos específicos, como mujeres y jóvenes.
Al respecto, Andrea Repetto, una de los académicas a cargo del estudio de la UAI, da algunas alternativas. «Posiblemente hay vías intermedias que abordar. Por ejemplo, si hubiese más competencia entre las AFP, las rebajas de comisión podrían traspasarse directamente al fondo».
Ello suavizaría el efecto en los costos del mercado del trabajo, de cara a un alza de este tipo, ya que una parte del incremento en la tasa de cotización sería absorbido por la menor comisión.
– ¿Qué medidas pueden implementarse para los trabajadores jóvenes?
– Los subsidios a la cotización previsional de los jóvenes creados en la reforma del 2008 puede robustecerse. También es importante entender por qué una fracción ínfima de los empleadores cobra el Subsidio al Empleo Joven al que tienen derecho cuando contratan a trabajadores jóvenes de los primeros quintiles de la distribución del ingreso.
El subsidio es equivalente a un 10% del salario de un trabajador que gana el mínimo. Si los empleadores lo cobraran, podría subirse la cotización sin elevar los costos laborales.
– ¿Y en el caso de las mujeres?
– El Bono al Trabajo de la Mujer del Ingreso Etico Familiar es, en mi opinión, muy tímido como para hacer una real diferencia, y permitir introducir cambios en la cotización sin afectar el empleo.