La semana pasada, cuatro gremios del sector público solicitaron formalmente a la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) adelantar para octubre, o incluso septiembre, la negociación del reajuste salarial con el gobierno, proceso que tradicionalmente se lleva a cabo en noviembre. El objetivo es evitar que esta discusión -que se realiza desde 1991- coincida con las elecciones parlamentarias y presidencial.

Con esa inquietud en mente, durante julio la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales (Anef), la Confederación Nacional de Funcionarios de Salud Municipalizada (Confusam), la Confederación Nacional de Funcionarios Municipales (Asemuch) y la Federación Nacional de Profesionales Universitarios de los Servicios de Salud (Fenpruss) se reunieron y coincidieron en la necesidad de pedir a la CUT -entidad que lidera la mesa de trabajadores del sector público- adelantar la negociación.

“Estamos esperando que la CUT nos llame para coordinar una propuesta (…), deberíamos prepararnos este mes para poder realizar en octubre una discusión con el gobierno”, afirmó Raúl de la Puente, presidente de la Anef.

El año pasado, los gremios se reunieron recién en octubre a discutir la cifra que pedirían al Ejecutivo, resolviendo solicitar un incremento de 8,5% en sus remuneraciones (ver infografía). La negociación con el Ministerio de Hacienda se extendió hasta fines de noviembre, alcanzando un acuerdo que fijó el incremento salarial en 5%. Según cifras oficiales, actualmente más de 200 mil trabajadores se desempeñan en el sector público.

“Nos reunimos con algunas organizaciones porque estamos preocupados de que el calor de la contienda política minimice el tema de la negociación. Creemos que la discusión y la negociación del reajuste se tiene que dar antes de las elecciones. Cuando estas se realicen, el reajuste tiene que estar resuelto, oleado y sacramentado”, dice Esteban Maturana, presidente de la Confusam. A su juicio, las conversaciones con Hacienda deberían partir a fines de septiembre.

Además, el representante del gremio de la salud precisó que aunque la cifra que demandarán no está resuelta, el reajuste del salario mínimo -8,8% nominal propuesto por el gobierno y que se discute hoy en el Parlamento- sentará una base. “Lo vamos a usar como referencia en esta negociación y vamos a decir que si en el salario mínimo creció de esa forma, el salario del servicio público debiera crecer por lo menos en algo similar”, acotó Maturana.

“Creo que el salario mínimo va a sentar un precedente para la negociación (…). Históricamente hemos pedido un reajuste superior al del salario mínimo (…), va a tener una incidencia, como punto de partida”, señaló Oscar Yáñez, Aunque pretenden adelantar la discusión, la idea de los trabajadores es mantener su entrada en vigencia el 1 de diciembre.