Chile tiene una de las tasas más bajas de participación laboral de los países de la OCDE y también una de las menores cuando se le compara con sus pares de América Latina. Sin embargo, por distintas razones, las mujeres han comenzado a ganar más terreno en el mercado laboral. Así, si la participación de los hombres alcanza 70,8%, la de las mujeres llegó a 48,9% en el último trimestre móvil agosto-octubre, el nivel más alto desde al menos 2010, según cifras del Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Es decir, casi el 50% de las mujeres en edad de trabajar tienen un empleo o lo están buscando.

La economista y directora ejecutiva del Centro de Estudios Financieros del ESE Business School de la U. de los Andes, Cecilia Cifuentes, asegura que el avance en participación se da tanto por fenómenos coyunturales como estructurales. Dentro de estos últimos, figura, a juicio de Cifuentes, un elemento positivo: el país sigue avanzando en términos de incorporación laboral de la mujer. En tanto, hay elementos coyunturales que están explicando el fenómeno. «Los sectores que han sido más dinámicos en generar empleos en el último par de años son de servicios (salud y enseñanza), que tienden a ser más intensivos en empleo femenino», explica la economista.

Sin embargo, agrega que el lado negativo de este es que «la mayor participación laboral femenina está reduciendo la maternidad, lo que agrava el problema demográfico».

No obstante, para Juan Bravo, economista de Clapes UC, el escenario no es auspicioso. De hecho, advierte que las cifras muestran el impacto de la debilidad económica en el mercado laboral, donde la participación femenina aumenta esencialmente gracias a una fuerte contratación de funcionarios en el sector público, a la incorporación a trabajos por cuenta propia y a un incremento importante en el desempleo. En el último año, dice, del aumento de 97.533 ocupadas, 71.117 fue como empleo asalariado en el sector público y 33.790 fueron cuenta propia. Por el contrario, se destruyeron 12.274 empleos de mujeres asalariadas en el sector privado.

Carolina Grünwald, economista senior de LyD, sostiene que «la mujer chilena está saliendo más a trabajar porque está más educada y, además, porque ya no se le asigna la casa como una responsabilidad única y exclusiva». Añade que el comienzo del posnatal de seis meses -que comenzó a operar en octubre de 2011- también pudo haber impulsado una mayor participación femenina en el mercado laboral.

Suben quienes buscan trabajo por primera vez

En el último trimestre móvil agosto-octubre, 25.555 mujeres estaban buscando trabajo por primera vez, lo que implicaba 10 mil más que en el mismo lapso del año pasado (62,8% más). Juan Bravo, economista de Clapes UC, plantea que si bien hay un incremento muy importante de mujeres desempleadas que buscan trabajo por primera vez, esto «da cuenta de un mercado laboral que no está siendo capaz de absorber a muchas mujeres que desean participar del mercado laboral». Para Grünwald, el cambio de composición en el mercado laboral puede traer consigo que «la mujer quiera cooperar con los ingresos de la casa, dado que el empleo por cuenta propia es más precario».

Junto con el aumento de la participación, el último año los sueldos de las mujeres han crecido más que los de los hombres. De hecho, según cifras de la Superintendencia de Pensiones a octubre, las trabajadoras dependientes que cotizaban en una AFP tenían salarios promedio de $737 mil, lo que implicó un alza real de 4,08% respecto del mismo mes del año pasado.

 

Fuente: El Mercurio