teletrabajo

A raíz del regreso de diversas firmas al trabajo remoto producto del alza de Ómicron en el país, expertos dan sus recomendaciones para volver al trabajo remoto sin colapsar.

Con el fuerte avance que ha tenido la variante Ómicron en el país, muchas empresas que habían decidido retornar a sus instalaciones y al trabajo presencial debieron dar marcha atrás a sus decisiones, volviendo a implementar el teletrabajo con el total o parte de sus equipos.

Sin embargo -de acuerdo a los expertos-, la decisión de volver al teletrabajo en un 100% no es del todo sencilla. Y es que aunque para algunos el esquema híbrido ha traído beneficios, para otros ha significado mayor agotamiento y soledad. Por estas razones, diversos expertos dan sus fórmulas para implementarlo de buena manera.

Horarios y ejercicio

Daniela Campos, jefa de riesgos psicosociales de la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS), plantea que se debe tener claridad de que el teletrabajo no es la panacea.

“Es importante que el cambio de modalidad de trabajo sea lo más paulatina y lenta posible, se necesita capacitación al respecto y entender las formas en que cambian las reglas en torno a esta nueva modalidad”, sostiene.

Para ella, el teletrabajo tiene diversos beneficios, como la mayor flexibilidad y la reducción en los desplazamientos, pero también genera problemas como el aislamiento y la hiperconectividad.

Según Campos, desde el punto de vista de los trabajadores es relevante reducir los tiempos frente a las pantallas, ya sea con aplicaciones electrónicas o un timer.

“También es importante tener un horario de trabajo adecuado, evitando la sobrecarga laboral; dejar el teléfono en silencio o modo avión; y/o generar símbolos que indiquen que se terminó la jornada laboral”, explica.

Recomendaciones en la misma línea entrega Alejandra Loyola, socia de la consultora The House Advisory, quien agrega que es clave respetar los horarios laborales de los trabajadores como en la oficina.

Para Loyola, también es útil establecer, aunque sea de manera flexible, “horarios de comienzo y de término de jornada, y de colación, no especialmente rígidos, pero sí que los equipos que trabajan juntos establezcan las normas de convivencia y de respeto de sus horarios laborales y personales”.

Cuidar la salud física es otro aspecto crucial para que el teletrabajo funcione bien, explica Rodrigo Pinto, especialista senior en seguridad y salud en el trabajo de la ACHS. Para él, volver a trabajar en el hogar implica una disminución del gasto calórico de las personas, sobre todo de quienes practican la movilidad activa para llegar a su trabajo (caminar o bicicleta). Esto, según precisa, puede tener varias consecuencias.

“Se debe tener en consideración que el gasto calórico de una persona sedentaria es entre 1.500 y 2.000 Kcal día, lo que implica que, si la ingesta calórica es superior a este número, el cuerpo lo guarda como reserva y la lógica es que subimos de peso”, dice como primer punto, añadiendo que el trabajo sedentario “disminuye la capacidad aeróbica, la coordinación y capacidad de respuesta, lo que nos hace más propensos a sentir molestias musculoesqueléticas y accidentes como caídas y sobreesfuerzos”.

Según explica Héctor Jaramillo, gerente corporativo de seguridad y salud en el trabajo de la Mutual de Seguridad, también es relevante que los teletrabajadores aprendan a reutilizar sus tiempos. “La rutina de trabajo determina qué comes, cuánto tiempo ocupas en desplazarte, cuánto tiempo duermes y a qué hora te duermes, definiendo así cuánto tiempo libre te queda para hacer otras cosas.

Si agregamos que ese factor se puede modificar, por ejemplo, en términos de desplazamiento, personas que no tenían dos horas antes de tiempo porque la ocupaban en desplazamiento, hoy en día podrían hacer uso de ellas para realizar alguna otra actividad”, dice.

En esa línea, Jaramillo agrega que el teletrabajo permite una alimentación más saludable que la que se mantiene en el trabajo presencial.

Para él, independiente que el trabajo que realiza la persona en su casa sea sedentario, el factor más determinante es qué se hace con el tiempo que ahora esas personas tienen disponible.

Fuente: Diario Financiero