Expertos en seguridad, salud y economía analizan el nuevo panorama laboral que implica el aumento de la presencialidad durante la segunda parte del año, y el reto que supondrá para los trabajadores y compañías enfrentar el coronavirus -con la llegada de la variante delta incluida-, más los peligros ya tradicionales de accidentes graves o fatales en las empresas.
Los bajos índices de contagio y el avance en el plan de vacunación, ha provocado que muchas compañías inicien progresivamente el retorno presencial al trabajo, un proceso que debería intensificarse este segundo semestre, pero que, por supuesto, no está exento de riesgos sanitarios, que se sumarán a los ya existentes relacionados con el ámbito de la accidentabilidad laboral.
Para los especialistas, será una transición menos compleja de lo que parece, siempre y cuando se tomen las medidas de resguardo sanitario en lo que dice relación con el coronavirus y la posible expansión de la variante delta, sin descuidar el cuidado por las medidas relacionadas con la prevención de accidentes, y es que según las estadísticas del último año, mientras más disminuyen los casos de Covid, más aumentan los accidentes laborales.
Así al menos lo confirma Héctor Jaramillo, gerente corporativo de Seguridad y Salud en el Trabajo en la Mutual de Seguridad, quien reconoce que, “en general, lo que ha pasado con la accidentabilidad en las olas de contagios anteriores, es que en la medida que empiezan a disminuir los casos de Covid, empiezan a aumentar los accidentes, porque la gente empieza a retomar sus actividades. Eso sí, el 2020 tuvimos un número engañoso, porque fue el mejor año respecto a la accidentabilidad en la historia de Chile, pero sabemos que no es real porque había mucha gente que no estaba trabajando”.
Jaramillo explica que lo primordial es gestionar el riesgo Covid y reforzar y terminar con el proceso de vacunación lo antes posible: “El foco es vacunarse y mantener los protocolos Covid, que es lo habilitante para estar en el mundo presencial. Sabemos que las vacunas funcionan, nos ayudan muchísimo, y es lo que explica gran parte de la situación en que estamos hoy día, pero también sabemos que hay una variante delta en el hemisferio norte, que ya está en Chile y lo que han reportado esos países es que las personas no vacunadas concentran el riesgo”.
El experto de la Mutual de Seguridad agrega que los peligros críticos de alto potencial de daño a las personas, como caídas de altura o electrocución, se mantienen, por lo que, a su juicio, resulta clave ocuparse del protocolo habilitante Covid para poder operar y también de los riesgos críticos, para no tener accidentes graves en las empresas.
Sobre el último punto, Héctor Osorio, economista y socio de PKF Chile, afirma que las empresas deberán invertir más en seguridad, lo que debe entenderse como un mayor costo que va a ser permanente, al menos por un tiempo largo: “Las empresas y las personas han aprendido que la forma en la cual se va a volver a trabajar no será la de antes. Es probable que aún persista el distanciamiento físico, es probable también que se generen sistemas de turnos más eficientes, por lo tanto, los costos en el aumento de la seguridad no deberían ser tan altos como para destruir las funciones de producción”.
Respecto a la situación sanitaria que deberán enfrentar los trabajadores que regresen presencialmente, Ignacio Silva, infectólogo y académico de la Facultad de Ciencias Médicas de la Usach, explica que la condición epidemiológica es muy dinámica, y hoy estamos en un estado muy favorable, con indicadores muy positivos, lo que nos permite retomar algunas actividades sociales y laborales con mayor libertad, lo que debe hacerse de manera responsable: “Es un momento propicio para el retorno al trabajo presencial, pero siempre teniendo en cuenta que esto es dinámico y que la estabilidad epidemiológica es frágil. No podemos descuidar las medidas básicas de prevención, tiene que ser de manera responsable y apelando al autocuidado”.
El profesional recalca que en los lugares donde hay mayor hacinamiento o contacto con personas en espacios cerrados, como podrían ser la mayoría de los ambientes laborales, “es más efectivo utilizar mascarillas quirúrgicas en vez de tela, y utilizarlas bien, cubriendo boca y nariz, y cambiándolas cada cuatro horas o cuando se humedezcan. A eso hay que sumar el lavado de manos, el distanciamiento físico, y algo fundamental: la ventilación”.
Marcela Music, gerenta general de Talento Virtual, empresa especializada en servicios de búsqueda de talento digital para empresas, recalca el papel preponderante que tendrán las compañías en este nuevo proceso.
“Las empresas deben adoptar las medidas sanitarias necesarias para proteger a sus trabajadores y que otorguen la tranquilidad para que puedan concurrir a su trabajo seguros, sin miedo de contagiarse y respaldados por la certeza de que se están tomando todas las medidas necesarias. En ese sentido, sería ideal planificar un retorno progresivo, por áreas de trabajo y que vayan asistiendo las personas que son necesarias en cuanto a la presencialidad primero, para luego ir retornando los demás”, señala.
En este punto, Héctor Jaramillo coincide en la importancia que puede tener la entrada diferida a los trabajos para potenciar la seguridad sanitaria y como, incluso, el cambio de los hábitos de traslado, pueden aumentar la accidentabilidad: “Hoy hay mayor cantidad de personas que cambiaron sus medios de desplazamiento y se bajaron del transporte público y se compraron un auto, una bicicleta o una moto, y por lo tanto, en la medida que se normalice el trabajo presencial, también hay más riesgo en los desplazamientos. Pero también compiten por el mismo espacio a la misma hora, y ahí el desafío es cambiar la poca variación que hay respecto al modelo tradicional de trabajo. Hay que generar modelos de trabajo que estructuralmente no hagan que la gente compita a la misma hora por el mismo espacio”.
Music, por último, reconoce que el mundo laboral no volverá a ser igual a como era antes de la pandemia, ya que muchas empresas han implementado cambios y seguirán con sistemas híbridos o teletrabajo en algunos roles, independiente de que se termine la emergencia sanitaria.
“Por otro lado, la variante delta, mucho más contagiosa, pone un desafío especial a la salud al interior de las empresas y probablemente inhibirá el regreso de aquellos colaboradores con mayores niveles de riesgo ante un contagio de la enfermedad en el segundo semestre. La pandemia no ha terminado y seguirá marcando la pauta en materia laboral, sin embargo, los indicadores de crecimiento de la economía muestran una creciente demanda de nuevos colaboradores y eso es una buena noticia”, manifiesta.
Fuente: Pulso