Probablemente no es tema de titulares, y no va a estar en la primera línea de las conversaciones diarias. Probablemente sea porque preferimos vivir como si no existieran. Se trata de las afecciones de índole mental, que están azotando la sociedad chilena, y que, tanto para la salud común como la laboral, están en lo más alto del ranking de las enfermedades que afectan a los ciudadanos.