En abril el Congreso despachó a ley el proyecto que permitirá financiar la licencia médica para los padres que tengan hijos con enfermedades graves, con el fin de que puedan cuidarlos sin perder el empleo. La aprobación de la iniciativa incluyó el compromiso de que dentro de los 60 días siguientes a la publicación de ley, el Ejecutivo ingresaría otro proyecto que regularía específicamente los beneficios para las madres y padres trabajadores que sufran esta contingencia.

Faltando casi diez días para que expirara el plazo comprometido, el Gobierno ayer anunció el envío de la referida iniciativa. En el Salón Montt Varas del Palacio de La Moneda, la Presidenta Michelle Bachelet, junto a los ministros de Hacienda, Rodrigo Valdés; de Trabajo, Alejandra Krauss; y de Salud, Carmen Castillo, firmaron el proyecto de ley que crea el llamado Seguro para el Acompañamiento de los Niños y Niñas (Sanna).

«En este duro proceso no queremos que los padres y madres estén solos. Ese es el mensaje central de este proyecto de ley: como país estamos diciendo que ya no deberán resolver solos esta situación, ni tendrán que depender exclusivamente de las capacidades financieras de su entorno para decidir si pueden o no darse el lujo de acompañar a sus hijos enfermos», resaltó Bachelet, y puntualizó: «Estamos diciendo, justamente, que acompañar a esos hijos en momentos tan duros no es ni puede ser un lujo: debe ser un derecho». La iniciativa que ingresará esta semana al Congreso regulará la cobertura, los requisitos de acceso y las prestaciones de un seguro solidario, que será financiado por el Fondo creado en abril por la ley 21.010. El fondo se integrará con una cotización mensual de cargo del empleador o del trabajador independiente, según corresponda, cuyo monto en régimen será de un 0,03% de las remuneraciones imponibles.

La cotización se implementará gradualmente en la misma proporción en que se va extinguiendo la cotización extraordinaria del Fondo de Contingencia de las Mutualidades, hasta alcanzar la cotización de régimen, en enero de 2020. En régimen, los ingresos del fondo alcanzarán a un monto anual superior a los $13 mil millones. El sistema de financiamiento del seguro permitirá incrementar la cobertura de las condiciones graves de salud que afectan a los niños y niñas, partiendo por el cáncer, continuando con los trasplantes, los desahucios y finalmente, incorporando los accidentes que impliquen riesgo de muerte o generen una secuela funcional grave de carácter permanente para los niños y niñas.

El seguro operará como una licencia médica y permitirá que los padres reciban una prestación económica que reemplaza total o parcialmente su remuneración, por hasta 180 días, sumando ambos padres, en un período de 12 meses. De acuerdo a cifras del Ministerio de Desarrollo Social, hay 3 millones los padres y madres que trabajan y que tienen al menos un hijo menor de 18 años; y se estima que existen 4 mil niños afectados por algunas de las contingencias graves de salud: 900 cáncer; 70 trasplante; 400 desahucio y cuidados paliativos de cáncer; y 2.600 accidente grave.

Los causantes del beneficio que regula el proyecto son los niños y niñas (hijos e hijas) mayores de 1 año y menores de 15 018 años de edad -según el caso- afectados por una condición grave de salud debidamente calificada. «Son más de tres millones los padres y madres trabajadores con al menos un hijo menor de 18 años que estarán protegidos por este seguro», recalcó Bachelet. El ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, aseguró que «este proyecto no le pone un nuevo esfuerzo a la economía, simplemente usamos una cotización ya existente que se usaba para otra cosa para alivianar los balances de ciertas instituciones de prestaciones, pero que hoy día vamos a usar para esto otro».

VISIÓN DE PRIVADOS.

Las mutuales que serán las encargadas de recaudar y administrar transitoriamente el nuevo fondo que financiará los pagos del seguro Sanna, advierten que persisten dudas que hay que despejar. «Nosotros todavía tenemos bastantes dudas, hay algunas instituciones públicas que intervienen, por ejemplo el Compin, la Superintendencia de Seguridad Social y la entidad que administrará el fondo Sanna y entre ellas tiene que haber procesos y tecnología para que esto funcione, esa ingeniería de detalles es la que todavía no se ha hecho y que es necesario realizar, esperamos que haya una discusión de detalles con todos los actores para que al final no terminemos haciendo algo que vaya en contra de los beneficiarios», dijo Ernesto Evans, presidente de Mutuales de Chile.

 

Fuente: Pulso