Mabel González

Un vínculo entre la hormona cortisol y el mal de Alzheimer encontró un análisis realizado por investigadores australianos, lo que sugeriría que el estrés puede elevar el riesgo de sufrir esta enfermedad en la vejez. Ello, porque dicha sustancia se libera en respuesta a la tensión física y emocional.

El experimento

El equipo, perteneciente a la Universidad Edith Cowan de Perth, obtuvo este resultado después de estudiar a 416 adultos sanos a lo largo de seis años. Su objetivo era buscar factores que registraran cambios en la sangre, a medida que el desarrollo de este padecimiento mental avanzaba.

En el experimento, los investigadores midieron los niveles de cortisol y funciones mentales como la

Escaneo de cerebros

Asimismo, los profesionales escanearon los cerebros de los voluntarios, con el fin de examinar sus niveles de beta amiloide, una proteína que está fuertemente asociada con el desarrollo del mal de Alzheimer, según detalló el medio australiano ABC.

Conexión

El autor principal del análisis, el profesor Simon Laws, de la mencionada casa de estudios, detalló que entre las personas que registraron altos niveles de beta amiloide, aquellos que presentaban las mayores cantidades de cortisol experimentaron una tasa de declive de la memoria más pronunciada que los participantes con los niveles más bajos de cortisol.

«Fuimos capaces de escanear los cerebros de individuos para ver la cantidad de beta amiloide que tenían en el cerebro, el mayor riesgo de desarrollar Alzheimer», aseguró el académico a ABC de Australia.

Declive de la memoria

Laws indicó que su equipo encontró que aquellas personas con niveles altos de cortisol y de beta amiloide experimentaron un declive del desempeño de la memoria a una velocidad más rápida que aquellos que tenían altas concentraciones de beta amiloide, pero bajos niveles de cortisol. Esto sugeriría, a juicio del científico, que los niveles de cortisol en la sangre contribuyó a una pérdida de memoria a mayor velocidad.

Fármacos

El académico añadió que el estudio que lideró entrega respaldo a ensayos clínicos de fármacos que regulan los niveles de cortisol.

De esta forma se podría determinar si son útiles para retrasar el deterioro cognitivo en personas con Alzheimer en fase preclínica, es decir, la etapa donde comienzan las primeras alteraciones que conllevan el inicio de la degeneración neuronal, pero cuando aún no es posible diagnosticar los primeros síntomas del padecimiento.

Acotación

Si bien los expertos señalaron que el cortisol en sí mismo está vinculado con la contracción o atrofia del hipocampo (región del cerebro responsable de la memoria), advirtieron que esto no significa que el estrés necesariamente cause Alzheimer, pues se trata de una enfermedad «muy compleja» donde actúan varios factores.

Más investigación

«Es más, en términos de biomarcador o medida (…) se requiere de mayor investigación para identificar si el cortisol puede actuar como un predictor del deterioro de la memoria y si realmente es el estrés el que está aumentando el cortisol», declaró el profesor Laws al citado medio australiano.

Una encuesta realizada por la Mutual de Seguridad y GfK Adimark reveló que, para los trabajadores chilenos, el mayor problema de seguridad laboral es la presión y el estrés.

Recuadro :         

EJERCICIO ESTABILIZA LA ENFERMEDAD

Una investigación llevada adelante por la Universidad Politécnica de Cartagena (España) llegó a la conclusión de que el deporte puede ayudar a retrasar la evolución de enfermedades degenerativas como el Alzheimer. Sonia Gayoso, neurosicóloga de la Asociación de Alzheimer de Cartagena, dijo que la recomendación es que las personas con esta enfermedad realicen al menos tres veces de ejercicio físico a la semana con apoyo de sus familias.

 

Fuente: El Mercurio_Calama