Los andamios y moldajes son, desde la mirada preventiva, estructuras críticas en su uso y disposición en obras. La materialización de proyectos en construcción, en general, incorpora de forma permanente estos elementos asignando su administración a supervisores y equipos, con diversas competencias para el control específico del manejo, movimientos, disposición y acopio de estructuras, siendo este factor una condición necesaria de análisis y control para una operación segura en todo su desarrollo.

Los andamios son utilizados como plataformas de apoyo en la ejecución de trabajos en altura, en etapas de obra gruesa y terminaciones, dispuestos en tareas al interior o de fachada, siendo esta condición un factor a considerar en el análisis y modulación de estructuras en obra (por vientos, lluvias, nieve).

En la conformación de columnas verticales, los anclajes y cargas que se dispongan sobre estas, deberán incorporar de acuerdo a nuestra normativa nacional (NCh. 998 of. 99, art. 5) el cálculo de la estructura, asegurando con ello condiciones de operación que otorguen estabilidad y resistencia a las solicitaciones potenciales.

Por otra parte, los moldajes son estructuras de alto tonelaje y volumen, siendo a su vez elementos importantes de confinamiento en obras con uso de hormigones, transformándolos en piezas críticas de avance.

La dinámica existente hoy en la ejecución de proyectos, el ciclo económico que estamos viviendo y los procesos industrializados que se han sumado en el tiempo al sector, hacen necesario que la supervisión en terreno cuente con las competencias técnicas y habilidades de comunicación que permitan asegurar una instrucción específica al trabajador, logrando este comprender en detalle los procedimientos y estándares técnicos establecidos, así como también los controles necesarios de seguridad para materializar la tarea asignada.

Algunos errores frecuentes encontrados en el uso-disposición de estas estructuras son los siguientes.

En andamios: la inexistencia de cálculos y diseños; desaplomos y desniveles en bases de apoyo; deficiencias en arriostramientos y/o anclajes; falta de piezas originales de la estructura; deformaciones en pies derechos y/o travesaños de las estructuras; sobrecargas en uso, y corrosión.

En moldajes: deficiente control en izaje de paneles con vientos sobre 64 km/h; uso deficiente de anclajes (muelas) en izajes; fallas en apuntalamientos (alineadores, diagonales a losa sin anclaje); proximidad de estructuras de moldajes metálicos a líneas exteriores de media tensión (golpe eléctrico); falta de instalación de vientos (cuerda de dirección) en módulos, para deslazamientos aéreos; descimbres de muros con despegue de módulos, a través de tracción con grúa torre.

Importante es mencionar la necesidad de que los administradores de contrato y profesionales de terreno refuercen el control y cumplimiento de sus propios procedimientos de trabajo vinculados a las actividades asociadas con andamios y moldajes en obra. La falta de supervisión y una falla mínima en el manejo de estas estructuras tiene un alto potencial de generar accidentes graves y fatales.

En nuestro país contamos con normativas que entregan estándares generales para el uso de estructuras y trabajos en altura, que establecen los cumplimientos base para ejecutar tareas en condiciones seguras. A su vez, existe una fuerte participación y compromiso en la mesa regional y nacional de la construcción, desarrollando herramientas y acciones para el sector, sensibilizando a ejecutivos, profesionales y trabajadores, en materias de accidentes graves y fatales, como también en enfermedades profesionales.

En la Asociación Chilena de Seguridad estamos trabajando intensamente con modelos de atención y herramientas de altos estándares, que permiten a nuestros expertos y a los departamentos de prevención de riesgos de las empresas asociadas trabajar con efectividad en el control de condiciones y acciones de forma proactiva, reduciendo la potencialidad de accidentes en obras de construcción.

 

Por:  Rodrigo Barahona, ingeniero constructor, especialista sector Construcción de la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS)

Fuente: El Mercurio