Esta medianoche habrá que retroceder los relojes en una hora. De esta manera, el país vuelve a contar con dos horarios: el de verano, que regirá por nueve meses; y el de invierno, que lo hará por tres.

La decisión informada por el Ministerio de Energía responde a una discusión principalmente ciudadana, luego de la serie de críticas que se formularon cuando se suprimió la dualidad de horarios en el país. Otro factor que fue considerado para adoptar la medida fue el aumento del ausentismo escolar. Según los estudios encargados por Energía, en junio el ausentismo aumentó 2,4% en comparación a 2014.

Los especialistas han aplaudido la medida, ya que los escolares necesitan despertar el cerebro para empezar a aprender. «Y estaban llegando medio dormidos al colegio. La primera hora probablemente era totalmente árida», como planteó en su momento el psicólogo clínico José Luis Rojas.

Si bien el horario único trajo algunos beneficios, como el ahorro en las cuentas de electricidad a nivel residencial y la disminución de delitos en ciertos horarios, no es menos cierto que estos cambios plantean un debate a nivel nacional que falta para equilibrar y brindar la solución más beneficiosa para el país.

En su momento el presidente de la Asociación de Mutuales, Ernesto Evans, señaló que «quizás lo que estamos ahorrando en energía lo estamos perdiendo en días de trabajo y en productividad». En tanto, Cristián Ocaña, encargado de innovación del Colegio de Ingenieros, apuntó a que los últimos gobiernos han hecho cambios «con 25 a 60 días de anticipación y la industria no puede reaccionar».

No fue todo. En la encuesta CEP de agosto pasado, el 58% de los entrevistados se mostró de acuerdo o muy de acuerdo con que la hora se cambiara.

Dos años durará el decreto que restablece el horario de verano. Luego de eso habrá que evaluar para tomar la decisión más conveniente para todos.

 

Fuente: Editorial de El Diario Austral de la Araucanía