El invierno se adelantó. Las lluvias y bajas temperaturas han sido una constante en este abril y esto también anticipó la utilización de estufas. Por ello, le entregamos una serie de recomendaciones de la ACHS para su uso seguro:

A gas:

Verifique que la conexión del gas (válvulas y mangueras) esté en correcto estado. Para chequear si la estufa se encuentra en óptimas condiciones de funcionamiento, hay que fijarse en que el color de la llama sea azul con tintes amarillentos y que no presente chispas.

Encienda la estufa en un lugar con adecuada ventilación.

Haga una mantención periódica y considere que la vida útil de un regulador es de cinco años.

Ante desperfectos, lo recomendable es consultar al servicio técnico.

A parafina:

Tenga presente que el encendido y apagado de este tipo de estufas debe ser siempre al aire libre.

Úselas en espacios amplios y con buena ventilación, ya que esto evita una concentración de monóxido de carbono en el ambiente y una fuerte baja de oxígeno.

No la mantenga encendida por más de dos horas seguidas.

Chequee constantemente el nivel de parafina de la estufa, ya que si esta se llegara a apagar dentro de la habitación, puede generar un alto nivel de contaminantes.

La recarga de parafina debe hacerse siempre con la estufa apagada.

Eléctricas:

Revise el estado de cables y enchufes antes de encenderla y no la instale en sitios húmedos ni por tiempos muy prolongados.

Es recomendable que cuente con termostato, lo que permitirá que se apague automáticamente cuando el ambiente haya alcanzado una temperatura adecuada.

Consejos generales:

Apague la estufa antes de dormir.

Manténgala alejada de elementos combustibles, ubíquela donde no entorpezca el paso de los habitantes y nunca la use para secar ropa ni para calentar comida.

 

Fuente: El Mercurio