Un aspecto siempre preocupante en las empresas, ya sea grandes o pequeñas, es el consumo de sustancias por parte de sus trabajadores que puedan afectar su producción o hacerlos más propensos a sufrir accidentes.

Según datos de la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS), cada año las empresas pierden más de US$6,6 millones producto de accidentes laborales y, al ser investigados, un 29% de ellos arroja positivo al consumo de alcohol y/o drogas.

Entre los años 2003 y 2012, la ACHS realizó seis estudios destinados a evaluar los hábitos de consumo de alcohol y otras drogas en más de 1 millón 600 mil trabajadores chilenos de sus empresas adheridas a la asociación en diferentes regiones del país. En comparación con el estudio de 2010, se detectó un aumento del consumo de medicamentos psicotrópicos (de 8.9% a 10.8%) y de drogas ilícitas (5.8% a 6.9%), reduciéndose por otra parte la cifra de bebedores problema y fumadores. Este estudio mostró que el rubro del Comercio y Transportes son los más propensos a que sus trabajadores consuman drogas ilícitas.

En diciembre de 2015, la empresa Global Partners presentó los resultados de un estudio más reciente, aplicado en 2014, con un grupo menor de estudio, de 6.304 trabajadores de un total de 101 empresas. Esta muestra arrojó que un 58, 97% de los empleados de empresas donde no se realizan testeos para estas sustancias es consumidor de marihuana, un 15,82% consume cocaína, y un 14,32% utiliza benzodiacepinas. Nuevamente los rubros del Comercio y Transportes lideran las cifras, con respecto a la minería, industria y manufactura o la agricultura.

Si bien ambos estudios muestran cifras preocupantes, el de la ACHS arrojó en 2012 otro dato a considerar. En el rubro del Comercio y Transporte el 74,8% es consumidor regular de alcohol y un 35% de ellos son bebedores problema.Cabe agregar que en este rubro más de 300 mil trabajadores constituyen el universo. En este contexto, es relevante que las empresas tomen medidas preventivas en el entorno laboral, no solamente normando estas situaciones sino apoyando directamente a sus trabajadores en situaciones más problemáticas.

Fuente: Editorial de Crónica, de Chillán