El gran Robert De Niro lo dejó clarito en la película “Pasante de moda” (“The Intern”), donde interpreta a un viudo, de buena situación económica, que decide volver a trabajar a los 70 años, para sentirse útil, convirtiéndose en pasante o practicante senior en una empresa de venta de vestuario on line. Precisamente, esto es lo que quiere lograr la página web www.trabajosenior.cl, donde gratuitamente empresas y personas que están en edad de jubilar o próximas a vivir esa etapa, pueden inscribirse para continuar vigentes en el mercado laboral.

La idea: César Venegas, director ejecutivo de www.trabajosenior.cl, cuenta que la idea nació como una oportunidad de abrir más espacios para los adultos mayores. “Siempre la tuve en mente, ya que trabajé como sicólogo laboral en la agencia de la ONU para inmigrantes que tenía a cargo la Vicaría de la Solidaridad, donde me preocupaba de insertarlos en la sociedad. Entonces, yo me preocupo no de seleccionar, sino de preparar a la personas para que encuentren un empleo”. Aclara que está convencido de que los adultos mayores tienen mucho que aportar.

Oferta laboral: Actualmente, el sitio creado por César Venegas cuenta con 400 vacantes para 103 ofertas laborales que incluyen cargos de tiempo completo o jornada parcial: 60% en atención al cliente, ventas, call center y cajeros; 20% para secretarias y asistentes; 10% para personas con título profesional; y 10% para otro tipo de trabajos.

Constructor a los 71: Enrique Márquez tiene 48 años de experiencia laboral como constructor civil y 71 años de edad. Estuvo dos sin trabajar, luego de liquidar su empresa constructora y decidió que quedarse en la casa no era lo suyo. Así postuló a un cargo que conocía: supervisor de reparaciones de las techumbres de la Villa Olímpica, en Ñuñoa. Y en eso está hace dos meses. “La mayoría de mis amigos se han retirado, pero yo estoy feliz trabajando; me siento como un cabro joven, pese a que trabajo jornada completa y que tengo los achaques típicos de la edad, como diabetes e hipertensión controlada. No me pienso ir hasta que me echen”, dice.

La profesora: Juana Espinoza es profesora de música de profesión y, por sobre todo, amante del folclore. Luego de jubilarse pasó por una etapa bien complicada porque no encontraba trabajo, pese a que tenía todas las ganas. Desde abril de 2015 es secretaria del jardín infantil Entrepeques, en Ñuñoa. “Mis conocidos se sorprenden porque sigo trabajando. Me dicen, pero cómo lo haces porque tengo una artritis reumatoides controlada, pero llego al jardín y me olvido de todos los dolores”. Además, su trabajo le permite continuar con su pasión por la música, ya que, de vez en cuando, toca unas cuecas a los niños del jardín. La directora del establecimiento, Marcela Olivares, explica que “ella realiza muy bien su trabajo porque además de conocer cómo tratar a los apoderados, aprendió muy bien todo lo relacionado con el área administrativa. En ningún caso la veo menoscabada”.

Valoran la experiencia: Francisco Cabrera, gerente de operaciones de Fantasilandia, cuenta que, desde hace 5 años, la empresa optó por contratar a personas mayores de 60 años, en distintas áreas: seguridad, alimentación, anfitriones de juegos, entre otros trabajos. “Son muy responsables y comprometidos con la pega, vienen a trabajar sí o sí siempre. Además, generan respeto entre los mismos trabajadores y también, en el público infantil y adolescente que asiste al parque. El año pasado nos dejó un trabajador recién a los 82 años”. Por este motivo, en Fantasilandia se preocupan de recorrer las municipalidades y juntas de vecinos ofreciendo vacantes.

¿Qué dicen los expertos? La directora del Servicio Nacional del Adulto Mayor, Rayén Inglés, explicó que, de acuerdo a los datos del INE, durante 2014 se crearon 109.670 puestos de trabajo a nivel nacional. De éstos, 52.000 corresponden a plazas para personas mayores de 60 años o más. Inglés advierte que “destacamos que las empresas reconozcan cada día más a los adultos mayores, pero debemos garantizar su seguridad al momento de emplearse”.

Rutina: La doctora especialista en geriatría del Hospital Clínico Mutual de Seguridad, Carolina Tanco, cuenta que al tener una rutina estructurada “se garantiza una movilidad física, la que debe ir a acorde a nuestras limitaciones. Además de una vigencia mental cognitiva al tener que cumplir con tareas de distinta complejidad. Por lo que debemos comprender que el trabajo al ser bien llevado nos mantiene más sanos física y mentalmente”.

 

Si quiere conocer más sobre este tema, visite nuestra publicación «¿Cómo influye el envejecimiento de la población en la seguridad social?»

 

Fuente: LUN