Uno de los mayores logros sanitarios de Chile de las últimas décadas ha sido posicionarse como el país con la menor tasa de mortalidad infantil de Latinoamérica (7,2 por mil nacidos vivos) y también tener la tasa de mortalidad neonatal (4,5 por mil nacidos) más baja de la región.

Mantener o seguir reduciendo esas cifras es el actual desafío para las autoridades sanitarias, y es en ese contexto que el Ministerio de Salud está evaluando tomar medidas para combatir una enfermedad que puede tener consecuencias fatales en los niños, especialmente en prematuros y recién nacidos.

Se trata de la tos convulsiva, también conocida como coqueluche, que entre enero y septiembre de este año causó la muerte de siete pequeños menores de dos meses de edad en las regiones Metropolitana (cuatro casos), Maule, Arica y Parinacota y La Araucanía.

Para ello, el Ministerio de Salud solicitó al panel de expertos del Comité Asesor en Vacunas y Estrategias de Inmunización (Cavei) su opinión respecto de incorporar en el Programa Nacional de Inmunizaciones una vacuna que se administra a las embarazadas durante su tercer trimestre de gestación y que ayuda a proteger a los niños para que nazcan con protección ante la bacteria Bortedella pertussis , que produce la tos convulsiva.

«En el mundo se ha ido acumulando evidencia respecto de la utilidad que podría tener incorporar esta vacuna y nosotros creemos que no nos podemos quedar atrás», dice el jefe del programa de Inmunizaciones del Ministerio de Salud, Fernando Muñoz.

En Chile los niños reciben cuatro dosis de una vacuna para atacar el coqueluche: a los dos, cuatro, seis y 18 meses de edad. Hasta los dos meses no tienen protección y, en realidad, mientras no reciben todo ese esquema de vacunación no están completamente protegidos.

De hecho, el registro del Departamento de Epidemiología del Minsal dice que entre enero y septiembre de este año se registraron 475 casos de tos convulsiva y más del 80% de los afectados fueron menores de seis meses de edad.

«Al vacunar a las madres durante su embarazo lo que se persigue es que a través de ellas se proteja a los niños y que cuando estos nazcan ya estén inmunizados», explica Muñoz.

La opinión del Cavei enviada al Minsal es que la vacuna para aplicar a embarazadas «ha comenzado a perfilarse como una medida segura y efectiva para prevenir la mortalidad y morbilidad grave causada por Bortedella pertussis en lactantes menores con prometedoras ventajas operativas y económicas».

Si bien los expertos señalaron que hay países donde ya se está utilizando, «la única evidencia de efectividad disponible por ahora proviene de Inglaterra», donde dos estudios «reportaron una reducción cercana a 90% en la ocurrencia de tos convulsiva en lactantes menores de tres meses nacidos de mujeres vacunadas entre las semanas 28 y 38 de gestación», dicen en su informe, aunque plantean que se debe observar si al vacunar a las madres -y así inmunizar a los hijos- habrá alguna reacción cuando los niños reciban su primera dosis a los dos meses de edad.

«Eso es algo que tenemos que estudiar, pero no nos podemos tomar todo el tiempo del mundo. Si en el país tenemos un control relativo sobre la tos convulsiva, todavía hay niños que mueren por ella y eso tenemos que evitarlo. Durante 2016 vamos a tener que ser capaces de tomar una decisión si incorporamos esta vacuna», asegura Muñoz.

De hacerlo, todas las embarazadas accederán a esa vacuna, ya sea que se atiendan en el sistema público o en el privado, y de manera gratuita.

 

Fuente: El Mercurio