Sacar las cargas de metales pesados (cobre y plomo) que hoy pasan por la ciudad de Antofagasta en dirección al puerto local a través de camiones y el ferrocarril sería la única solución al problema de contaminación por metales pesados que afecta a la capital de la II Región, según advirtió el Colegio Médico.

El gremio, a través de su presidente en la región, Aliro Bolados, aseguró que el último informe científico realizado por el Departamento del Medio Ambiente del Colegio Médico, que fue entregado a la comisión investigadora sobre la contaminación en Antofagasta de la Cámara de Diputados, comprobó la alta bioaccesibilidad (capacidad del organismo humano de absorber minerales) de los polvos polimetálicos que componen los concentrados mineros, que fueron encontrados en plena vía pública frente al puerto de Antofagasta (zona céntrica de la ciudad) y analizados por el Colegio Médico en el Centro Nacional del Medio Ambiente (Cenma).

«Con dichos antecedentes -agregó Bolados- se debiera tener como respuesta que la autoridad declare a Antofagasta como zona saturada por contaminación y se aplique un plan de descontaminación de manera inmediata».

Según el facultativo, en la ciudad no «existen ni mejoras ni lecciones aprendidas de quienes están vinculados a estas operaciones. La situación es de extrema gravedad, por el continuo paso de esos concentrados que cruzan por el centro de Antofagasta, en carros y vías inadecuadas sobre terrenos contaminados, con riesgo de volcamientos en sus operaciones, hasta galpones que no cuentan con hermeticidad, sumado a la descarga inadecuada de concentrados desde barcos: se utilizan tenazas que esparcen el producto al medio ambiente».

En abril de 2014 se iniciaron en Antofagasta una serie de análisis por parte de privados, el gremio y el Instituto de Salud Pública (ISP), que detectaron que había acumulación de metales pesados -entre ellos, plomo y arsénico- en material sedimentado en las cercanías del puerto de Antofagasta, el cual se ubica a una cuadra de dos jardines infantiles, un liceo y cerca del principal centro comercial de la ciudad y una clínica.

«Como gremio, reafirmamos nuestra posición de que todas las cargas contaminantes que están afectando hoy a la población deben salir del radio urbano y que se declare zona saturada a Antofagasta para controlar todas las fuentes, y en específico al puerto, tomando en consideración que se trata de una ciudadanía que estuvo expuesta, entre 1950 y 1970, a la mayor ingesta de agua potable con arsénico que hubo en toda la historia de Chile, cuya situación nos mantiene en una encrucijada frente a la gran cantidad de personas afectadas por cáncer en la zona, para quienes un galpón con concentrados de cobre y una ciudad contaminada no son más que un tiro de gracia», dijo Bolados.

 

Fuente: El Mercurio