Falta de lluvias y aumento de emisiones complicaron calidad del aire en estas ciudades. De hecho la capital vivió su invierno más complejo en 11 años.
Durante noventa días los santiaguinos estuvieron expuestos a niveles de contaminación peligrosos. En esas jornadas, las emisiones y concentraciones de material particulado fino (MP 2,5) -el más peligroso para la salud humana y responsable de 4 mil muertes al año- excedieron la norma internacional de 20 ug/m {+3} (microgramos por metro cúbico) de contaminación.
También durante esas jornadas la capital registró 37 alertas ambientales, 14 preemergencias y dos emergencias (una no decretada por la autoridad).
Es decir, un total de 53 episodios críticos, que sitúan al invierno de 2015 como el más contaminado en 11 años en el Gran Santiago, pese a que desde este año la capital comenzó a tomar medidas para mitigar los efectos del MP 2,5 con la aplicación de alertas sanitarias ambientales.
Así se desprende del balance de contaminantes publicado por el Ministerio de Medio Ambiente, y que resume los episodios registrados en 10 zonas que cuentan con medidas para reducir la contaminación: Santiago, Rancagua, Curicó, Talca, Chillán-Chillán Viejo, Los Ángeles, Temuco-Padre Las Casas, Valdivia, Osorno y Coyhaique.
En el caso de la capital, Ernesto Gramsch, especialista en contaminación atmosférica de la Universidad de Santiago, afirma que el incremento de episodios obedece no sólo a las condiciones meteorológicas adversas, sino también al aumento de emisiones.
«Hubo menos lluvia y ventilación, pero además el número de autos está aumentando en Santiago, y por ende las emisiones, además del desgaste de neumáticos, frenos y el polvo que levantan. Pero también los autos en circulación van envejeciendo, y emiten más», explicó a El Mercurio.
Y aseguró que «la leña es la que gatilla la mayoría de los episodios. En sectores más vulnerables, los episodios ocurren siempre de noche. Y es leña que no solo sirve para calentar, sino en quemas abiertas, en restaurantes y negocios».
Smog en el sur
La capital no fue la única urbe que experimentó aumentos en los niveles de contaminación, pues Talca tuvo 70 episodios (ocho más que los 62 de 2014), Valdivia registró la mayor alza (75, 28 más que los 47 del año pasado) y Osorno constató 61 (tres más que los 58 registrados en 2014).
Por otra parte, si bien Temuco vivió menos episodios, sufrió una emergencia más (19). Asimismo, Chillán (31) y Los Ángeles (19) tuvieron hasta tres preemergencias más que en 2014.
Las alertas sanitarias en estas zonas seguirán aplicándose como medida de emergencia, mientras la autoridad prepara 14 nuevos planes de descontaminación, con los que se busca incluir medidas estructurales, como el control del uso de leña.
Para Héctor Jorquera, académico y experto en contaminación del aire de la Universidad Católica, «este año se mostró que con las medidas se logró reducir emisiones. También se nota el impacto de los recambios de calefactores en Temuco, que ahora usan pellet».
En ese sentido, dice «la gente ha tendido a mejorar el desempeño de sus casas. De todas maneras, en Temuco y Coyhaique se deben implementar programas de chatarrización de calefactores viejos y mejorar la aislación térmica con medidas bien hechas, no por cumplir».