La autoridad acusó que “un puñado de instituciones capturan más de 90% de los usuarios del sistema”.
Por Juan Manuel Villagrán S.
Un aspecto que se espera que cambie con la reforma a las Isapres, es la estructura actual de integración vertical que existe entre algunos aseguradores de salud y prestadores.
Este debate, que nació al alero del sector privado, con Isapre Colmena acusando a sus pares, gatilló que la Comisión Asesora Presidencial incluyera en sus recomendaciones eliminar la integración vertical y exigir giro único las aseguradoras.
Ahora el proyecto de ley que modificará el sistema de salud privado está en etapa de socialización y adportas de ser presentado. Y si bien no se conoce detalladamente qué ocurrirá con el polémico tema de la concentración, el superintendente de Salud, Sebastián Pavlovic, adelantó lo que se viene.
¿Mayor revisión o eliminación?
En la reciente ExpoHospital, Pavlovic expuso que actualmente, en estricto rigor, no hay vulneración de la norma vigente con la integración vertical entre Isapre y prestadores de salud existentes y comentó que si bien la Comisión Asesora Presidencial recomendó eliminarla de plano, por otro lado se plantea la necesidad de cambiar el modelo de atención hacia un sistema de redes.
Por lo anterior, reflexionó que «pareciera razonable prohibir la integración vertical, pero también parece razonable preguntarse que si vamos a cambiar la regulación, terminar con la selección de riesgos, uniformar los planes del sistema y exigir mayores grados de eficiencia, ¿parece razonable hacer esa regulación especial? o ¿debiéramos dar mayor transparencia a las relaciones entre seguros y prestadores, regulando los mecanismos de pago y los incentivos dentro del sistema?». Esta reflexión, de acuerdo a fuentes del sector, es un guiño a la posibilidad de regular la integración vertical en lugar de eliminarla.
El fiscalizador añadió que en el escenario de integración vertical actual ha detectado que en algunos exámenes -pronto darán a conocer la investigación completa- la misma prestación puede tener hasta cien precios distintos, por lo que aseveró que «no hay precios de equilibrio, hay simplemente asignaciones arbitrarias en precios».
La defensa
El superintendente de Salud explicó que el sistema actual es dual, que no conversa y que desalinea los incentivos. «Todo esto se da en un marco de creciente integración y concentración del mercado en que apenas un puñado de instituciones de salud capturan más de 90% de la cartera de usuarios del sistema», agregó.
Lo anterior, de acuerdo a Pavlovic, se ha dado con una creciente segmentación por ingresos al interior del sistema de Isapres. «A menor renta, mayores son los copagos; a mayor edad, menor es la prima; las mujeres y los adultos mayores generan copagos mayores y todo esto se refleja en la sensación de desprotección que tienen los chilenos», explicó.
En contraparte, David Decker, director de Isapre CruzBlanca, respondió que en el holding que representa –Bupa, donde están integrados verticalmente- «el 11% de lo facturado y 13% de lo bonificado por prestadores en Chile de CruzBlanca corresponde a prestadores relacionados; es decir, la integración que tenemos es bastante baja». Agregó en su defensa que los precios medios en prestadores relacionados son 47% más baratos en ambulatorios y 37% más bajos en hospitalarios; la cobertura promedio es 77% en prestadores relacionados y 61% en no relacionados; los copagos medios en prestadores relacionados son 73% más baratos en ambulatorio y 59% más baratos en hospitalario.
Masvida propone que Super de Salud y Fonasa sean autónomos y ajenos al Minsal
Claudio Santander, presidente de Masvida, es radical en su propuesta y apunta a que la Superintendencia de Salud tiene que ser autónoma e independiente. «Hoy en día depende del Minsal y es por eso que éste organismo tiene hemiplegia, la mitad de su cuerpo está paralizado. El control que hacen sobre los sistemas públicos es absurdo, es ridículo, es nada. Sin embargo, hace más de un 58% de su fiscalización al sistema privado –que tiene 3,4 millones de usuarios- donde sus usuarios tienen el poder económico de elegir y poder cambiarse de Isapre». El directivo contrasta que en el sistema público hay 13 millones de personas con menos opciones.
El timonel de Masvida asegura que Fonasa también tiene que ser autónomo.
«No tiene que depender del gobierno, porque la utilización que se puede hacer en este fondo con políticas de gobierno, hacen que todos los chilenos tengamos que financiar y subsidiar esto (…). Tiene que ser una empresa autónoma, cuyo gobierno tiene que ser corporativo, como cualquier empresa y no tiene que tener dependencia ni de la presidencia ni del Minsal», propone.
Santander acusa que cada vez que Fonasa compra prestaciones en el sistema público, lo hace bajo el valor de mercado y gran parte del déficit de los hospitales públicos se debe a este efecto.
Dardos a Colmena
Por otra parte, la vuelta de Masvida al gremio de Isapre es inminente, sostiene Santander. Esto porque asegura que hay sintonía en el gremio con que se debe modificar el fondo de compensación por riesgo del sistema. Explica que Masvida aporta con un 83% del fondo de compensación que es utilizado mayoritariamente por Colmena. «Un joven de 32 años que va en bicicleta a su trabajo que es el perfil de nuestro afiliado, subsidia a una señora de 70 años que anda en su Mercedes Benz. Eso es ridículo», graficó.