Los más afectados, principalmente, son los recién nacidos y adultos mayores, por lo que se recomienda, entre otras medidas, cubrir las vías respiratorias.

Por Patricio Gutiérrez Villagrán.

Con la llegada del invierno, las bajas temperaturas, la escasez de lluvias y la poca ventilación, la contaminación atmosférica tiende a subir considerablemente, y así se ha reflejado durante los últimos días con alertas, preemergencias y emergencias ambientales en Santiago, Temuco, Valdivia, Osorno y Coyhaique.

Los más afectados, principalmente, son los recién nacidos y adultos mayores. Esto porque los lactantes se encuentran en proceso de adaptación y formación de sus defensas teniendo un sistema inmunológico más débil. Los ancianos, por su parte, tienen sus capacidades respiratorias e inmunológicas ya debilitadas, sumado a sus enfermedades de base, haciendo más compleja su recuperación.

Dada esta situación, Christian Castillo, Director de la Escuela de Salud de CFT ProAndes, sugiere cuidar a la población en riesgo evitando los cambios de temperaturas y si se exponen cubrir las vías respiratorias. Otro tema a considerar es el caso de la calefacción de los hogares: “Hay que tratar de mantener espacios ventilados y que no sean de combustión incompletas como braseros o chimeneas sin los adecuados sistema de evacuación de contaminantes”, explica Castillo.

Por último, advierte que es importante asistir a los centros hospitalarios solo en caso de emergencias para no colapsar estos recintos, o bien, cuando se está en espera de un especialista en un tiempo considerable.

En cuanto a los efectos en la salud de vivir en una ciudad contaminada al corto plazo son los problemas a las vías respiratorias, conjuntivitis y dolor de cabeza. En los casos de niños, cuadros obstructivos severos como bronquitis, faringitis y laringitis. En el largo plazo, los efectos podrían ser daños respiratorios permanentes los que pueden ser asociados a cáncer pulmonar.

Según Castillo, las medidas preventivas para evitar los altos índices de contaminación son por un lado las políticas que ha implementado el Gobierno, como el decretar estados de emergencia, sumado a las modificaciones en el transporte y los aportes generados en este periodo a los servicios de salud. En el ámbito personal: tener los vehículos con sus revisiones técnicas al día, no hacer quemas de basura y tratar de usar el automóvil solo cuando sea necesario.