Presidenta de la CUT también buscará revisar algunos puntos en la Cámara Alta e incluir negociación supraempresa.

Por D. Vásquez y L. Aravena.

Tras su aprobación en la Cámara de Diputados el miércoles, el proceso de aprobación de la reforma laboral experimenta una tregua antes de retomar la discusión en la comisión de Trabajo del Senado la primera semana de julio.

Pero esta pausa no significa descanso para los principales voceros involucrados en la iniciativa. Es así como a primera hora del jueves, la ministra del Trabajo, Ximena Rincón, participó del seminario “El entretiempo de la reforma laboral. Ni con gas pimienta se detiene el partido”, organizado por Asexma, donde también estaba invitada la presidenta de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Bárbara Figueroa.

En la oportunidad, la secretaria de Estado señaló que se están preparando para “volver a la cancha” y señaló que en este entretiempo los actores del debate -empleadores, trabajadores, gobierno y parlamentarios- se deben unir para discutir cuáles son los perfeccionamientos que se deberán hacer al texto ya aprobado por los diputados.

En ese punto, se refirió a lo sucedido con las empresas calificadas como estratégicas y que por norma contitucional no tienen derecho a huelga. Es decir, compañías que atiendan servicios de utilidad pública o cuya paralización cause daño grave a la salud, al abastecimiento de la población, a la economía del país o a la seguridad nacional.

El artículo de la reforma que se refiere al tema no fue aprobado, ya que faltó un voto para obtener el quórum necesario.

“Obviamente vamos a reponer ese tema y vamos a precisar el tema de gradualidad o no, en fin. Vamos a hacer una serie de precisiones que son necesarias en el contexto de este proyecto que es tan importante para nuestro país”, dijo la ministra.

Los planteamientos de la CUT
Para la presidenta de la CUT, que el artículo sobre las empresas estratégicas no haya contado con el apoyo suficiente para ser aprobado abre una puerta interesante interesante respecto a la eliminación del artículo N° 384 del Código del Trabajo, que lo rige.

“Sabemos que es un elemento constitucional, es difícil de abordar probablemente en el Senado, pero eso nos da cuenta que aún es posible mantener el diálogo en el Senado y poder seguir avanzando en profundizar esta iniciativa de ley”, dijo Figueroa.

A nivel general, cree que más allá de sectores de oposición que no estuvieron de acuerdo con el proyecto, se observó un un respaldo “bastante transversal” en la Cámara Baja.

Para Figueroa, esa es una “señal potente” para el Senado, en el sentido que la discusión cuenta con un piso que espera no sea modificado.

“Aquello por lo que tengamos que seguir en el debate, sea sobre las materias pendientes”, recalcó la dirigente.

¿Cuáles son los puntos que buscarán reforzar como CUT en la discusión en la Cámara Baja. “Hemos insistido y vamos a insistir en la necesidad de revisar los pactos de adaptabilidad. Vamos a insistir en hacer una revisión respecto del piso sin IPC hasta ahora como está contemplado en el proyecto, seguiremos abriendo el debate sobre la negociación supraempresas puesto que, a nuestros ojos, las libertades sindicales plenas tal como ofrece el convenio 387 respaldan los niveles de negociación”, respondió la presidenta de la central.

Debate productivo
El ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, informó ayer que el comité de ministros económicos también revisó la aprobación que entregó la sala de la Cámara de Diputados a la Agenda Laboral.

Al respecto, expresó que “han sido semanas muy productivas en que hemos ido mejorando el proyecto. He dicho que es muy importante mantener equilibrios en esta iniciativa”.

El secretario de Estado manifestó que hay tres aspectos importantes de cautelar en esa iniciativa. “Una es reequilibrar la capacidad negociadora de trabajadores y empleadores; también tratar de tener reglas, métodos y formas de negociación que permitan más cooperación al interior de la empresa; y, en tercer lugar, un aspecto clave es avanzar hacia la adaptabilidad”, sostuvo.

Valdés comentó que esto último “permite decir que el proyecto nos va a servir también para aumentar la productividad y no sólo la justicia en términos de relaciones laborales”.

CPC insta a introducción de nuevos cambios

El vicepresidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Segismundo Schulin-Zeuthen, sostuvo que espera que en el Senado se le puedan introducir modificaciones al proyecto de reforma laboral, luego que el miércoles la Cámara de Diputados lo aprobara y despachara para su segundo trámite constitucional. «Espero que en el Senado se puedan conversar e introducir cambios que, en definitiva, faciliten la relación laboral entre empresas y trabajadores; y que, por otro lado, no se produzcan discriminaciones entre trabajadores de una misma empresa y lo que para nosotros como banca es fundamental es que se establezcan servicios mínimos para que el sistema de pagos de la economía funcione», afirmó. En ese sentido, aseguró el también presidente de la Asociación de Bancos que si el sistema de pagos se interrumpe, el problema de la economía y del país es mayor. «El sistema de pagos es como el aceite que lubrica el motor de la economía», acotó. «Por consiguiente, para nosotros es fundamental que el sistema de pagos sea considerado como dentro de los servicios minimos. En la OIT, está definido el tema de los servicios mínimos y dentro de esos servicios mínimos está el transporte, por ejemplo, metro y está el sistema de pagos y eso significa banca y los servicios críticos que apoyan la gestión de los bancos», culminó. Desde el mundo empresarial los cuestionamientos al contenido del proyecto del gobierno se han centrado en el fin del reemplazo en huelga y el tema de los servicios mínimos. Lo anterior, en el entendido que no se comparte el diagnóstico de la actual administración en materia de los nudos más críticos que enfrenta el mercado laboral chileno. Al igual que muchos economistas locales, entre los privados el foco de preocupación dice relación con la necesidad de avanzar hacia una mayor flexibilidad en los empleos -aspecto que creen que la reforma no resuelve- así como con las vías para incorporar a la mujer y a los jóvenes a la fuerza de trabajo.