De todas maneras, el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, señaló que la reforma tendrá «un balance cuidadoso» respecto a las aspiraciones de los distintos sectores.

Por Pía Toro.

Pese a que con el cambio de Gabinete algunos creían que la reforma laboral se podría ralentizar – tesis que se enfatizó una vez que los ministros Rodrigo Valdés (Hacienda) y Ximena Rincón (Trabajo) pidieron una suspensión en el debate de la comisión de Trabajo por dos sesiones -, finalmente ayer la Presidenta Michelle Bachelet dio un nuevo espaldarazo a este proyecto, reafirmando los tiempos de tramitación.

“Hemos ingresado al Congreso el anhelado proyecto de ley que moderniza las relaciones laborales, y contamos que la ley esté aprobada en el segundo semestre de este año, porque es tiempo de ponernos al día y asegurar el pleno ejercicio de los derechos colectivos del trabajo”, señaló ayer la mandataria durante su segunda cuenta pública de esta administración.

Frente a este mensaje, la ministra del Trabajo, Ximena Rincón, reiteró que el plazo máximo para el despacho de la reforma laboral desde el Congreso es el 31 de agosto.

A su turno, el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, remarcó que en esta discusión no serán incorporados, por parte del Ejecutivo, temas como la negociación ramal, y la indexación del IPC en el piso mínimo de la negociación colectiva. Al mismo tiempo, sostuvo que la reforma debe ser “balanceada”.

“En particular tiene que tener un balance muy cuidadoso, de manera de compatibilizar varias cosas. Es también un llamado a trabajar dentro de la empresa con más cooperación, pero también la ingeniería de detalles importan, y por lo tanto tenemos que tener el cuidado necesario de ir balanceando las aspiraciones de distintos sectores”, dijo el jefe de las Finanzas Públicas.

La ratificación de los tiempos fue bien recibida por la diputada PS e integrante de la comisión de Trabajo de la Cámara, Denise Pascal, quien indicó que “lo que se había dicho respecto al cambio de gabinete y la segunda etapa del Gobierno, era que las reformas se iban a parar o esencialmente la reforma laboral iba a cambiar de rumbo. El anuncio de que continúa de la misma manera que estábamos trabajando para poder equilibrar la mesa entre los empresarios y los trabajadores, es esencial”.

En esta misma línea, la senadora DC, miembro de la comisión de Trabajo del Senado, Carolina Goic, indicó que “lo importante es centrarnos en los que comprometimos a la ciudadanía. Eso no significa que en la discusión parlamentaria no se tenga la libertad para ir más allá de la discusión, eso es parte del quehacer parlamentario, pero nuestro compromiso es seguir el programa de Gobierno, y eso implica fortalecer el sindicato, darle titularidad, y terminar el reemplazo en huelga”.

En la vereda contraria, el diputado de la UDI, Patricio Melero (de la comisión de Trabajo), dijo que “este mensaje refleja que sigue primando la ideología por sobre el sentido común, y que la Presidenta y el Gobierno se siguen resistiendo a leer los cambios que podrían generar un consenso mayor”.

Asimismo, el diputado RN también de la instancia legislativa, Nicolás Monckeberg, sostuvo que “este Gobierno tendrá que asumir la responsabilidad si no hace modificaciones. Esta reforma laboral no es mala para los empresarios, sino que es mala para los trabajadores”.