Según la consultora Criteria, la mayoría de las personas se denomina clase media, sin embargo los números expresan que pertenecen a una clase media emergente más semejante a la clase alta. Y crean un nuevo subgrupo económico: el C1B.

Por Pierina Bertoni.

Chile ha cambiado notablemente durante los últimos 30 años. Así lo ha hecho la economía, que ha logrado afrontar distintos ciclos económicos sin desbalances graves; también se han reducido las diferencias de género entre hombres y mujeres, pero a pesar de todos estos cambios, la manera de medir los grupos socioeconómicosse ha mantenido en el tiempo.

Esto es precisamente lo que plantea un estudio realizado por Criteria, consultora especializada en la investigación de mercado, cuyo investigador Andrés Varas reconoce que la “gran clase media” existente en Chile, no es tal, ya que las personas que verdaderamente pertenecen a este sector son una proporición no mayoritaria de la población.

La lógica detrás es que los ingresos de las familias de un grupo socioeconómico se diferencia al segmento que lo precede, en que sus ingresos familiares totales superan en 2/3 (o 67%) al grupo anterior, lo que no sucedía en la medición actual, ya que la brecha entre las ganancias era demasiado amplia.

Con este nuevo criterio de segmentar por cada 2/3 de diferencia entre los que más y menos ganan en un grupo, se crea una división en el estrato C, creándose de esta manera el grupo C1a y C1b. El primero representa a lo que hoy se conoce como C1: Una población que según el estudio, representa al 3% de la población del país; tienen ingresos familiares mensuales entre $2 millones 862 mil y $5 millones 609 mil; viven en 6 comunas de Santiago: Vitacura, Providencia, Ñuñoa, Las Condes, La Reina y Lo Barnechea; y finalmente, la mayoría son profesionales de alto nivel, con estudios de postgrado.

El nuevo grupo es el C1b, que según la medición tradicional utilizada hoy es clasificado como C2 (un 74% del total).

“Sin embargo, tienen características que los identifican más con los grupo socioeconómicos altos, la llamada “clase alta” que con el segmento en que se les clasifica”, precisa Varas.

Este nuevo grupo, que podría llamarse una clase media emergente, representa a un 7% de la población de Chile y un 48% vive en el Gran Santiago, principalmente en 8 comunas: Providencia, Ñuñoa, Las Condes, Vitacura, Santiago, La Florida, Independencia y La Reina. Este grupo tiene ingresos familiares entre $1.568.000 y $2.863.000.

La mayoría de este grupo son hijos de familias de clase media que han accedido a educación superior y a ingresos mayores que sus padres, también tienen un poder adquisitivo amplificado por un mayor acceso a crédito y por ser una población más numerosa.

Para llegar a estos resultados, Criteria accedió a la base de datos de la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (Casen) de 2011 y acorde a la segmentación de los 2/3 de diferencia monetaria entre los ingresos, distinguió a los nuevos estratos.

Entre los factores que hacen evidente que el grupo C1b tiene una tendencia más parecida a la clase alta son los años de escolaridad. Según los datos presentados, mientras el 50% del grupo E tiene menos de 8 años de escolaridad; el C3 tiene un 25% de ellos; el C2 un 17% de la población; y en el nuevo grupo C1b el porcentaje baja a 8 %; y en el C1a un 5% y sólo 1% en AB.

Por la otra vereda, el porcentaje de la población que tiene más de 16 años de estudio, que llega hasta una carrera superior de mínimo 4 años, en el sector E alcanza sólo el 2%; en el grupo C3 llega a 5%; en el estrato C2, donde la mayoría de este nuevo grupo decía pertenecer, llega a 14%; para luego dar un salto en el sector C1b a 35%, una cifra que supera al grupo C2 en que se solía agrupar.

Al analizar los seguros de salud, el 15% de la población pertenece al Grupo A de Fonasa, mientras que este porcentaje baja a 8% cuando se observa al grupo C1b; mientras que el porcentaje de la población que pertenece a Isapres, en el sector C2 alcanza el 24%, sin embargo en el nuevo sector C1b, aumenta a 47%, doblando nuevamente al segmento C2 y acercándose al C1, en que un 64% pertenece a Isapres.

Al ver la ocupación del jefe de hogar, en el grupo C2, un 31% corresponde a operarios, mientras que un 24% son profesionales de alto nivel; misma situación se da al inverso al ver al grupo C1b, donde un 16% son operarios y pasa a primer lugar los profesionales de alto nivel, con un 47%, acercándose así al siguiente grupo que es C1a, donde los profesionales de alto nivel son un 69% y los operarios sólo un 10%.

Nuevo sector D1 y D2

El estudio también expresa, aunque en menor medida, que una situación similar a la sucedida con el sector C1 se evidencia en el estrado económico D, donde se distinguen nuevamente un nivel D1 y D2, si se aplica la fórmula 2/3 de los ingresos: un 46% del nuevo sector D2, por la metodología tradicional pertenecía al estrato E.

Todo esto, plantea el nuevo estudio, que según Varas debería servir para segmentar de una manera más adecuada a las personas al momento de hacer estrategias de marketing más eficientes.