Recintos ya disponen de protocolos de atención para enfrentar la aparición de casos:

Desde el 8 de agosto han llegado dos personas desde países africanos con brotes epidémicos, a quienes se les está haciendo un minucioso seguimiento de su estado de salud.

Por René Olivares.

Desde el Ministerio de Salud se sigue con atención la evolución del brote del virus ébola en África. Pese a que los países donde la enfermedad ha provocado hasta ahora 2.638 casos y 1.440 fallecidos tienen poco intercambio de viajeros con Chile (alrededor de 5.000 personas del continente africano llegan a Chile cada año), en la repartición están convencidos de que en algún momento deberán enfrentar la presencia de casos sospechosos en el país.

Por eso, Salud ha sostenido diversas reuniones con actores tan diversos como la PDI, la Cancillería, Onemi, las FF.AA., Transportes, DGAC, líneas aéreas, Asociación de Isapres, clínicas privadas y sociedades científicas. Todo, con el objetivo de mantenerlos informados, coordinados y alertas ante la aparición del primer sospechoso.

En la cartera afirman que este aparecerá «en la comunidad, en un centro asistencial o en el aeropuerto», por lo que esos han sido los lugares donde las autoridades han puesto el foco.

De hecho, en el terminal aéreo se está aplicando, en conjunto con la Cancillería y la PDI, un «filtro sanitario» para captar información sobre los pasajeros que provengan de Sierra Leona, Liberia, Guinea o Nigeria, donde hasta ahora se ha presentado el brote con contagios de persona a persona, para poder hacerles un seguimiento de su estado de salud.

Planes de acción

El jefe de la división de planificación sanitaria de Salud, Bernardo Martorell, explica que a la fecha se monitorea la evolución de la salud de dos personas que llegaron a Chile desde que se emitió la alerta internacional sobre el ébola, el pasado 8 de agosto, ya que la enfermedad puede incubarse por hasta 21 días sin presentar síntomas. «Pero ellos han estado muy bien hasta ahora», agrega Martorell. Luego de este período de incubación, el paciente se vuelve contagioso.

Los expertos coinciden en que, en caso de aparecer un primer sospechoso, este sería tratado en el sector privado de salud. «Por dos razones: la población que atendemos realiza más viajes turísticos a lugares lejanos y porque hay empresas y sus trabajadores que están desarrollando proyectos en países africanos y reciben su atención de salud en clínicas privadas», explica Alejandra Marcotti, jefa de la Unidad de Infecciones Asociadas a la Atención de Salud de Clínica Alemana.

May Chomali, directora de Servicios Médicos de Clínica Las Condes, cuenta que los protocolos ya funcionan en su centro, los que incluyen protección para los funcionarios de salud designados para hacer frente a un caso sospechoso y aislamiento para los pacientes.

«Una parte importante de los contagiados (cerca del 10%) corresponde a personal de salud. El deber de los centros de salud es evitar el contagio de persona a persona», explica Chomalí.

Algo similar ocurre en la Clínica Alemana, donde se dispusieron equipos de protección personal «para cumplir con el aislamiento estricto de contacto», dice Marcotti.

Sector público se prepara
Si bien se cree que será un centro privado el que recibirá en Chile al primer sospechoso de estar contagiado con el virus ébola, en el sector público los hospitales también están preparados para controlar la presencia de un caso.

Eso es parte de la coordinación que ha hecho Salud con todos los centros asistenciales como parte de la estrategia con la que Chile responde a la emergencia internacional declarada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que tiene correlato con lo que ha hecho el resto de los países latinoamericanos, que se han centrado también en medidas de control sanitario para evitar la aparición del virus, que esta semana sumó a un nuevo país afectado: la República Democrática del Congo.

Entre esas medidas destaca la de contar con laboratorios calificados para enfrentar la aparición de casos (en Chile, el Instituto de Salud Pública confirmará o descartará -previa contramuestra en Canadá- cada caso) y la restricción de viaje de personas diagnosticadas con ébola o que hayan tenido contacto con ellas.

En general, los países sudamericanos han adoptado controles sanitarios en aeropuertos, fronteras terrestres y puertos para detectar la llegada de personas infectadas, además de hacer un seguimiento de casos de personas sospechosas de tener la enfermedad. En Europa las medidas son similares y la OMS ha pedido que no se restrinjan los viajes hacia y desde los países africanos, salvo para las personas contagiadas.