Falta de capital de trabajo en TI llega a unos 6 mil profesionales y técnicos:
La falta de interés por estudiar carreras ligadas a la tecnología está afectando el nacimiento de nuevos emprendimientos. A eso se suma la fuga de talentos a Estados Unidos.
Por Pablo Tirado.
Unos US$ 7 mil al mes pueden ganar los practicantes en Silicon Valley. En la cuna del emprendimiento mundial, tener a los mejores desarrolladores es algo que no se transa y, por eso mismo, las grandes compañías están dispuestas a todo por ellos: desde tentarlos con enormes salarios hasta prepararles fiestas con las celebridades de moda. Es que sin la ayuda de esos profesionales, gigantes como Facebook, Amazon o Google, simplemente dejarían de existir.
El panorama no puede ser más distinto al que enfrenta el ecosistema chileno, donde este tipo de profesionales parecen ser un animal en peligro de extinción. «En Chile, la carrera de informática no tiene muy buena fama porque las grandes compañías que contratan a estos expertos los subutilizan y terminan en trabajos que no se relacionan con su área. Y eso está provocando que haya menos, porque están prefiriendo estudiar Comercial», dice Tadashi Takaoka, CEO de la aceleradora de negocios digitales Magical Startups. A su juicio, la falta de interés de los ingenieros en el área se debe también a que existe un cierto prejuicio en ver el trabajo de desarrollo como un mero obrero, algo totalmente contrario a lo que ocurre en economías desarrolladas como EE.UU. «Hay varios emprendedores que tienen ideas y potenciales clientes y no pueden sacar adelante el producto porque no cuentan con un desarrollador. No tener programador es como ser dueño de un restaurante súper bonito, con una linda carta, pero no tener chef», explica Tadashi Takaoka.
Cristóbal Matte, creador del juego educativo Bucando a Edu, vivó de cerca el problema de la falta de expertos.
En 2012 junto a su equipo comenzó a desarrollar el juego y elaboró un primer demo para colegios (sus principales clientes) e inversionistas. Hasta ahí todo bien.
El problema vino después, cuando empezó a recibir respuestas positivas y se enfrentó al desafío de contar con el juego completo: no había quien lo diseñara. «Conseguir un programador que esté metido 100% en temas tecnológicos es súper complicado. Yo en esa fase me demoré mucho y recién ahora estamos trabajando con uno que se acomoda a nuestro estilo. Si lo hubiésemos tenido antes, seguramente el juego se hubiere demorado bastante menos en estar listo», dice Matte.
Emigran a EE.UU.
En Chile un desarrollador puede ganar más de $1 millón, pero en EE.UU. la cifra es hasta cuatro veces más alta. Ese antecedente, sumado al hecho de que gracias al TLC con EE.UU. existen visas especiales para los chilenos altamente especializados, han convertido a ese país en un head hunter de talentos informáticos chilenos.
Uno de ellos es el ingeniero civil en computación Akio Gaule. Tras egresar de la Universidad Católica estuvo siete años trabajando en una empresa de videojuegos, y hace unos meses lo contactaron vía LinkedIn desde Google y Amazon.
Después de pasar un largo proceso de selección, que en el caso de Google incluyó un viaje a EE.UU. para la entrevista final -Amazon, en cambio, realiza ese proceso en Chile-, Gaule viajará próximamente a Seattle para instalarse en las oficinas del gigante de las ventas online . «En Chile, el trabajo de programador se ve como el martillo de la construcción, pero la verdad es que se necesita gente súper capaz, con muchos años de estudios. En EE.UU. eres importante porque te usan para solucionar problemas complejos», comenta.
Deuda pendiente
La falta de profesionales en el área de las tecnologías de la información es un problema que se viene incrementando hace algunos años en Chile. De hecho, según datos de la Asociación Chilena de Empresas de Tecnologías de Información (ACTI), existe un déficit de más de 5 mil profesionales egresados para ese sector al año. «Lo más complejo es el aparente desinterés de la población por estudiar este tipo de carreras, generándose por este efecto un déficit de capital humano del orden de los 6 mil puestos anuales de profesionales y técnicos, que no son cubiertos por la actual estructura formativa del país», dice Marcelo Román, gerente general de la asociación gremial.
Fabiano Kawano, director de la División de IT de DNA Human, dice que cada año hay mayor demanda y las universidades no están formando en la cantidad que el mercado demanda. «Se estima que existe una brecha de cerca de 70 mil profesionales en la industria TI (Tecnologías de la Información)».